A menos de un año de despedirse de la Fórmula 1, categoría que lo tuvo como campeón en 2007, el finlandés Kimi Raikkonen volvió a calzarse el buzo y el casco para participar en la 25° fecha del torneo del NASCAR que se realizó en el circuito de Watkins Glen.
Iceman, que corrió con un Chevrolet del Trackhouse Racing Team, largó 27° y llegó a ubicarse octavo en la competencia, pero abandonó en la 45ª vuelta de las 90 pactadas al estar involucrado en un accidente que lo hizo terminar contra el guard-rail.
“No sé qué pasó delante mía. Pensé que tenía la línea buena, pero todo el mundo pareció venir hacia la izquierda. Desgraciadamente, no tuve tiempo de reaccionar. En el primer impacto, alguien golpeó el neumático o la rueda directamente y el volante giró. Me duele la muñeca, pero ya me curaré cuando regrese a casa. Esto es parte del juego”, explicó el ex piloto de Sauber, McLaren, Ferrari, Lotus y Alfa Romeo.
Mientras que sobre su experiencia en la categoría estadounidense destacó: “No tengo nada que decir en contra de la NASCAR. Todo estuvo bien y fueron muy amables y serviciales. Pero todo se frustró por estar en el lugar equivocado. Sentí más confianza cada vez y tuve algunas buenas batallas y sí, es una pena. El coche parecía tener mucha velocidad, pero así son las cosas”.
La carrera fue ganada por Kyle Larson (Chevrolet/Hendrick Motorsports); mientras que el ruso Daniil Kvyat, que también se estrenó en la serie con un Toyota del Team Hezeberg Powered by Reaume Brothers Racing, abandonó en el 58° giro después de partir 36°.
Kimi Räikkönen’s day is over at @WGI after this incident on Lap 46. pic.twitter.com/TwfEBjlrRQ
— NASCAR (@NASCAR) August 21, 2022