Los amantes de los estruendosos motores V8 y los stock cars estarán de parabienes en las 24 Horas de Le Mans del próximo año cuando se concrete el regreso de un auto de NASCAR a la mítica prueba francesa para conmemorar dos aniversarios muy especiales: el centenario de la competencia y el 75° aniversario del campeonato estadounidense.
La serie yanqui estará representada por un Chevrolet Camaro ZL1 de nueva generación que será alistado por el Hendrick Motorsports y ocupará el Garage 56, asignado a autos innovadores fuera de los habituales participantes.
La última aparición de NASCAR en el circuito de La Sarthe, en el noroeste de Francia, fue en 1976 con un Dodge Charger y un Ford Torino llevados a correr por Bill France Sr., fundador y administrador de la serie.
La características de la prueba obligarán a una preparación especial del Camaro para lo cual se recurrirá a la experiencia del Action Express Racing, que participa en el IMSA.
“Uno de nuestros mayores retos es la durabilidad de los elementos clave en el coche”, explico Chad Knaus, vicepresidente de competición en Hendrick Motorsports. “Hay que cambiar el concepto del espíritu de un coche de la NASCAR y convertirlo en uno mucho más resistente y fiable durante 24 horas”.
Los pilotos del NASCAR Garage 56 aún no se han decidido y eso puede esperar hasta después de la invitación formal de los organizadores de Le Mans, probablemente el próximo enero.
Por lo pronto se sabe que el Chevrolet Camaro ZL1 fue probado en un entorno virtual en un simulador por el alemán Mike Rockenfeller, ganador de Le Mans en 2010; y Jeff Gordon, vicepresidente de Hendrick Motorsports.
EL PLAN DEL NASCAR PARA SER UNA CATEGORÍA GLOBAL
¿Pero qué hay detrás de esta participación? Claramente, el interés del NASCAR de atraer a nuevos fanáticos y, al mismo tiempo, convertirse en un evento mundial.
“El automovilismo es cada vez más un juego global y entrar en ese juego es muy interesante para el futuro”, afirmó Michael Lock, director ejecutivo de AMA Pro Racing y director de marketing del proyecto NASCAR Garage 56.
Con la Fórmula 1 aumentando en popularidad e incursionando en un mercado clave como el de Estados Unidos con tres Grandes Premios en Texas, Miami y Las Vegas es evidente que NASCAR no quiere perder atención y relevancia.
“Con el auge de las transmisiones es bastante concebible que puedas organizar un campeonato en una región del mundo y, sin embargo, ser un campeonato mundial”, admitió Lock.
Le Mans es una carrera donde el auto siempre es la estrella y esa etapa también atrae a una serie que busca más marcas grandes más allá de Ford, Chevrolet y Toyota.
“Todos sabemos cuán apasionados son los fanáticos del deporte motor en general y los de las 24 Horas de Le Mans en particular. Esta oportunidad es un paso más en ese proceso de poner a NASCAR en un escenario global”, afirmó John Doonan, presidente del IMSA, que también participa en este proyecto.
“El coche tiene un sonido muy distintivo y eso va a cautivar a los aficionados con seguridad… especialmente en la recta de Mulsanne”, aclaró Doonan, que claramente confía en el éxito del NASCAR Garage 56.