La categoría estadounidense NASCAR ha dado a conocer su primer coche de carreras totalmente eléctrico. Este nuevo vehículo, desarrollado en colaboración con ABB, líder en electrificación y automatización, marca un paso significativo en el compromiso de la organización con la sostenibilidad y la innovación tecnológica.
La revelación oficial del coche eléctrico de la NASCAR se realizó durante el fin de semana de carreras del 4 de julio en Chicago, una de las plazas más importantes para el campeonato en Estados Unidos. Este anuncio coincidió estratégicamente con el debut de la etapa híbrida de la IndyCar en Mid-Ohio, subrayando la dirección hacia la electrificación en el automovilismo estadounidense.
ASÍ ES EL NUEVO NASCAR EV
El nuevo stock car eléctrico de la NASCAR no solo representa una novedad estética, sino también una avanzada ingeniería. Basado en el chasis del Next Gen y el Camaro que participó el año pasado en las 24 Horas de Le Mans, este vehículo incorpora tres motores STARD UHP 6-Phase, uno en el eje delantero y dos en el trasero, proporcionando tracción a las cuatro ruedas.
La potencia conjunta alcanza los impresionantes 1.341 CV, alimentados por una batería de 78 kWh refrigerada por líquido. Además, incluye un sistema de frenado regenerativo para optimizar el uso de energía.
La introducción de este vehículo eléctrico forma parte de un plan más amplio de la NASCAR para descarbonizar sus operaciones y alcanzar una huella de carbono cero para 2035. Aunque los motores de combustión seguirán siendo parte integral de la NASCAR en el corto plazo, este desarrollo muestra un claro compromiso hacia un futuro más sostenible.
La NASCAR comenzó a trabajar en este prototipo poco después de finalizar el desarrollo del coche Next Gen, que debutó en 2022. La colaboración con ABB y los tres fabricantes presentes en el campeonato (Chevrolet, Ford y Toyota) ha sido crucial para este avance. El equipo de ingenieros que diseñó el prototipo también fue responsable del proyecto de la NASCAR en el Garage 56.
El nuevo coche de NASCAR tiene una estética de crossover y mantiene una armonía con la tendencia creciente de los automóviles eléctricos en la sociedad estadounidense. Aunque aún estamos lejos de ver un NASCAR 100% eléctrico en las competiciones regulares, este prototipo es un paso importante hacia la integración de la electrificación en el automovilismo de alto nivel.
