El equipo Alpine de Fórmula 1 está atravesando una profunda reestructuración de cara a la temporada 2025. Con la confirmación de la salida del francés Esteban Ocon, los rumores y especulaciones sobre quién ocupará su asiento no se han hecho esperar. Entre los nombres que han sonado con fuerza está el del alemán Mick Schumacher, quien está ligado a la marca francesa como uno de los pilotos de su equipo en el Mundial de Resistencia (WEC).
El hijo del legendario Michael Schumacher ha tenido una trayectoria llena de altibajos en la Fórmula 1. Debutó con Haas en las temporadas 2021 y 2022, con la esperanza de llegar algún día a Ferrari, equipo con el que su padre hizo historia. Sin embargo, perdió su asiento en 2023 y pasó a ser piloto de reserva de Mercedes, sin oportunidades claras de competir en el corto plazo.
Este año, Mick ha firmado con Alpine para correr en el WEC en la categoría de Hypercars. Aunque sigue siendo piloto de reserva de Mercedes en la Fórmula 1, su vínculo con el equipo francés podría extenderse más allá del WEC, abriendo la posibilidad de un regreso a la Fórmula 1.
La próxima semana, Schumacher tendrá una oportunidad crucial para demostrar su valía al volante del Alpine A522 en una prueba que se realizará en Jerez de la Frontera, al sur de España. Esta prueba será determinante para sus aspiraciones de regresar a la Fórmula 1, especialmente considerando que Mercedes no lo tiene en sus planes para reemplazar al inglés Lewis Hamilton en 2025.
Pero Schumacher no estará solo en esta actividad: el australiano Jack Doohan también estará al volante del Alpine A522. Doohan, inicialmente considerado como una opción para sustituir a Ocon, ahora deberá competir directamente con Schumacher por ese codiciado asiento.
