La 63° edición de las 500 Millas de Daytona tuvo como sorpresivo ganador a Michael McDowell (Ford), quien venció contra todo pronóstico en una carrera que estuvo suspendida cerca de seis horas por causa de la lluvia, se debió correr de noche y acabar en la madrugada de este lunes.
McDowell no había conseguido nunca un gran triunfo en la especialidad y su única victoria en el universo del NASCAR ocurrió en la Serie Xfinity en 2016 en Road America.
Sin embargo, cortó la racha en “La gran carrera americana” con una gran vuelta final que le permitió superar a Chase Elliott (Chevrolet), el campeón defensor que acabó en segundo lugar, y Austin Dillon (Chevrolet), que terminó tercero.
McDowell tenía hasta esta lunes tres Top 5 y 12 Top 10 en su campaña en 357 largadas, con un mejor resultado del cuarto en Daytona en 2017.
El piloto del Front Row Motorsports sacó provecho del toque en la última vuelta entre Joey Logano (Ford) y Brad Keselowski (Ford) cuando ambos luchaban por la victoria.
Hubo una espera inicial mientras los funcionarios de NASCAR revisaron dos veces para asegurarse de que McDowell fuera el auto líder cuando ondeó la bandera de precaución. Eso no impidió que su equipo celebrara en la calle de boxes.
La carrera, que tuvo 22 cambios de líder que pusieron al frente a 13 pilotos diferentes, también sufrió siete paradas por accidente y la lluvia, que trabajo descargas eléctricas sobre el área de Dayton Beach, donde se encuentra el histórico Daytona International Speedway.
Alex Bowman (Chevrolet), autor de la pole, protagonizó un choque múltiple en la vuelta 15 en el que se vieron involucrados 16 automóviles, que se desencadenado por la feroz lucha entre Christopher Bell (Toyota) y Aric Almirola (Ford).
Minutos después, la carrera fue detenida por un rayo y los fanáticos que se habían distanciado socialmente en las tribunas tuvieron que buscar refugio en la concurrida explanada. Siguieron fuertes lluvias, que paralizaron la prueba por cerca de seis horas.