Dos días después de conocerse la decisión del equipo oficial Yamaha de MotoGP de suspender por una carrera al español Maverick Viñales, el propio piloto rompió el silencio y explicó los motivos de su insólita reacción durante el GP de Estiria cuando exigió el impulsor de moto sin razón aparente.
Los datos de telemetría y las cámaras on board fueron pruebas suficientes para que su escudería tome la drástica medida de ponerle “tarjeta roja” e impedirle correr el GP de Austria de este fin de semana.
“Estoy muy triste. Es una situación extraña. Es difícil gestionarla, pero tengo suerte de tener gente al lado que me ayuda a hacerlo. Tenía mucha frustración porque los resultados en carrera no eran los que habría querido”, sostuvo Viñales en una entrevista a Sky, el único medio con el que habló de lo sucedido.
“Estaba frustrado porque la moto en la segunda salida no era como la de la primera parte de la carrera. Sentí mucha rabia dentro de mí. Pido perdón a Yamaha porque canalicé mal mi energía y tuve un comportamiento equivocado”, admitió el compañero del francés Fabio Quartararo, líder del certamen.
Según trascendió este no habría sido el primer desplante de Viñales en lo que va de la temporada, algo que podría costarle su continuidad dentro del team para lo que resta del año.