
Mathieu Baumel y el Dakar más desafiante de su vida
El exitoso navegante francés afronta la exigente carrera tras perder una pierna y reconstruir por completo su preparación, su equipamiento y sus rutinas de carrera.
Cuando Mathieu Baumel vuelva a sentarse en el asiento derecho de un auto del Dakar en enero de 2026, no estará regresando a un terreno conocido. Estará entrando a una carrera que ya no se corre igual, porque su cuerpo tampoco es el mismo. El navegante francés, cuatro veces ganador del mítico rally raid, enfrenta ahora el desafío más complejo de su trayectoria: competir nuevamente en la prueba más exigente del mundo después de haber perdido su pierna derecha en un grave accidente.
“Nada funciona hoy como antes”, admite con franqueza. Y no se refiere solo a lo físico. Rutinas, movimientos, procedimientos, equipamiento: todo debió ser repensado desde cero para hacer posible un regreso que, durante meses, estuvo lejos de ser una certeza.
EL DAKAR DESPUÉS DEL ACCIDENTE

Baumel conoce el Dakar como pocos. Sabe leer el terreno, anticipar errores y administrar el desgaste. Pero esta vez, el mayor interrogante no está en el roadbook ni en la estrategia. Está en la resistencia.
“Para el Dakar, una de mis mayores preocupaciones es la duración de la carrera”, reconoce. “Hicimos tests, corrimos una Baja de tres días, pero 15 días de carrera sin parar es algo completamente distinto”.
El Dakar no castiga de golpe: desgasta. Y en ese desgaste continuo, cada pequeño problema se amplifica.
CUANDO BAJAR DEL AUTO SE VUELVE CRÍTICO
En el rally raid, salir del vehículo no es un gesto automático. Un pinchazo, una asistencia en una duna o una maniobra de rescate pueden definir una etapa. Para Baumel, esas situaciones hoy exigen una concentración absoluta.
“Con la prótesis, todo cambia. Incluso algo tan simple como un pinchazo”, explica. “Marca una gran diferencia si la rueda dañada está a la izquierda o a la derecha”.

Salir del auto, especialmente en arena profunda, es uno de los momentos más exigentes desde lo físico. Por eso, junto a su piloto Guillaume de Mévius, trabajó de manera específica en la coordinación para estas situaciones límite.
De ese análisis surgió una decisión tan pragmática como determinante: Baumel no competirá con su prótesis habitual durante la carrera.
“Decidí usar un apoyo corto, para poder trabajar rápidamente de rodillas si hay una emergencia”, explica. La prótesis larga, equipada con un sistema de cambio rápido, viajará dentro del MINI JCW Rally 3.0i, lista para ser utilizada cuando las condiciones lo permitan.
BUTACA, BUZO Y AUTO ADAPTADOS
El regreso al Dakar obligó a personalizar cada elemento. Para soportar las largas horas dentro del habitáculo, se desarrolló un asiento específico, pensado para estabilizar la parte superior de la prótesis y reducir la fatiga.

El traje de competición también fue modificado. “Sparco homologó varios ajustes para que pueda cambiar la prótesis de forma más rápida”, detalla Baumel. Además, el auto cuenta con un soporte diseñado a medida, que permite transportar la prótesis de forma segura y siempre al alcance.
El proceso de preparación también ha cambiado. Baumel entrena a diario junto a fisioterapeutas y preparadores físicos, con objetivos claros y sin atajos.
“Necesito fortalecer músculos, bajar un poco de peso y trabajar mucho la concentración”, enumera. Su pierna izquierda todavía no soporta toda la carga, y eso obliga a una progresión cuidadosa. “No es fácil”, admite. “Pero cada día avanzo un poco más. Mi mente está lista, y el resto va a seguir”.
Esta participación de Mathieu Baumel en el Dakar no se apoya en un relato heroico prefabricado. Se sostiene en algo mucho más sólido: adaptación, método y lucidez. No desafía al Dakar. Lo respeta. Y por eso vuelve preparado para enfrentarlo otra vez.
Enero de 2026 pondrá a prueba cada decisión tomada en este proceso. El Dakar hará lo que siempre hace: exigirlo todo. Y Baumel responderá como lo hizo a lo largo de toda su trayectoria: con experiencia, cabeza fría y una convicción que no necesita exageraciones.