Las 24 Horas de Le Mans no es una carrera sencilla. A lo largo de su historia, que comenzó a escribirse en 1923, ha demostrado que en ciertas ocasiones suele ser muy ingrata. Más allá de eso, todos se ilusionan con inscribir sus nombres en la lista de ganadores y cuando los pilotos saben que tiene un buen medio mecánico, la confianza aumenta. Un buen ejemplo es el trío integrado por el argentino José María López, el inglés Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi, que enfrentarán la edición 2020 que se corre este fin de semana con el confiable Toyota TS050 HYBRID N° 7 del Toyota GAZOO Racing.
En la temporada 2019/2020 del WEC, López, Conway y Kobayashi han ganado la mitad de las pruebas disputadas. Celebraron en Silverstone, Bahrain y Spa-Francorchamps. Además fueron segundos en Fuji y ocuparon el tercer lugar en Shanghai y Austin. Esta buena performance les permite llegar al frente del torneo a Le Mans, que entregará doble puntaje. Sin dudas, una gran motivación para correr con la mente puesta en la victoria, más que nada después de ser segundos en 2018 y 2019. Y en escaso de Conway y Kobayashi esas ganas son aún mayores porque también fueron segundos en 2016…
“Estoy cansado de llegar segundo en Le Mans. Ya lo hice tres veces, así que el único objetivo de este año para el auto número 7 es ganar”, afirmó Conway. “El año pasado tuvimos mala suerte, pero tenemos otra gran oportunidad esta temporada. El TS050 HYBRID es un gran automóvil con dos excelentes alineaciones. Como siempre, tenemos que hacer nuestra carrera y tomar las decisiones correctas”, agregó.
“Le Mans es una carrera muy especial por toda su historia y porque es muy difícil de ganar. Es solo una vez al año y es el foco principal del equipo cuando construye el automóvil. Así que todo es para Le Mans y está constantemente en nuestra mente durante toda la temporada”, agregó el británico.
“Durante los últimos años, nuestro auto tuvo varias oportunidades de ganar en Le Mans, pero lamentablemente siempre la perdimos, por lo que realmente queremos vencer esta vez. Creo que algún día va a suceder y espero que sea este año, sobre todo porque es la última Le Mans para el TS050 HYBRID”, coincidió Kobayashi.
“Es una lástima que no haya espectadores en la pista para despedirnos de este increíble auto, pero espero que los aficionados disfruten la carrera por televisión y nos den su apoyo a la distancia”, afirmó el nipón.
Pechito está en la misma sintonía que sus compañeros. En repetidas oportunidades ha dicho que ganar Le Mans sería algo realmente muy importante en su campaña deportiva. “Es una gran oportunidad porque es el último año de este gran auto que batió tiene todos los récords y tiene una tecnología impresionante. Siempre que tenés la oportunidad de correr Le Mans, la querés ganar porque no sabés cuándo volverás a competir”, explicó el cordobés.
“Llegamos muy preparados y con muchas ganas, pero en esta competencia eso no es suficiente. Hay que correr, esperar que todo salga bien y que seamos el auto que menos problemas tenga para que todo salga bien”, sintetizó López.
Sus grandes rivales serán los pilotos del Toyota N° 8, el que comparten el suizo Sebastien Buemi, el nipón Kazuki Nakajima y el neocelandés Brendon Hartley. Buemi y Nakajima ya ganaron en 2018 y 2019 con el español Fernando Alonso, pero este año parecen no llegar a La Sarthe tan afilados. De hecho, solo ganaron en Fuji y terminaron segundos en las restantes citas.
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Los terceros en discordia son el estadounidense Gustavo Menezes, el francés Norman Nato y el brasileño Bruno Senna, del Rebellion Racing. Ellos se impusieron en Shanghai y Austin y se jugarán todo en Le Mans para mantener sus chances de luchar por el título. De hecho, el equipo ya avisó que si despiden del campeonato no se presentará en el cierre del año en Bahrain.
Pechito López, Conway y Kobayashi saldrán a Le Mans con el cuchillo entre los dientes, aunque saben que el desafío más importante será ganarle a la propia carrera.