Después de dos temporadas en las que fue decididamente el piloto número 1 del equipo Mercedes, Lewis Hamilton vuelve a tener a su compañero como principal oponente. Esta lucha que protagoniza actualmente con el finlandés Valtteri Bottas, del algún modo, se asemeja a aquella que el inglés tuvo entre 2014 y 2016 con el alemán Nico Rosberg y que incluso llevó a la escudería a mediar ante las acciones de ambos, tanto afuera como adentro de la pista.
UN POCO DE HISTORIA
Rosberg llegó a Mercedes en 2010 proveniente de Williams. En sus primeros años sobre una Flecha de Plata tuvo un papel secundario opacado por la presencia de compatriota Michael Schumacher, aunque eso cambió en 2013…
Sin la presencia de Schumi, que se retiró a fines de 2012, y con un auto más competitivo, Rosberg salió a pelear por un lugar destacado en el team con Hamilton, que llegó a Mercedes después de comer el polvo con un McLaren que ya comenzaba a perder el rumbo.
Aquel año el germano Sebastian Vettel conquistó su cuarto cetro con Red Bull, aunque Mercedes dejó de ser una promesa y se convirtió en una realidad: ganó tres carreras (dos con Rosberg y la restante con Hamilton) y quedó segundo en la Copa de Constructores detrás del conjunto austríaco.
En el 2014, marcado por el inicio de la era híbrida a partir de la utilización de los motores V6 de 1.6 litros con turbo y sistemas de recuperación de energía, los alemanes fueron el equipo a batir, una situación que se mantuvo en el tiempo.
Hamilton y Rosberg fueron abonados al podio. La efectividad del inglés, que ganó 11 de las 19 carreras, fue la mejor receta para batir al germano, que fue subcampeón con cuatro éxitos y una decena de segundos puestos.
En 2015 los pilotos de las Flechas de Plata volvieron a batirse a duelo y Hamilton volvió a ser el ganador gracias a ser tan regular como efectivo: 17 podios en 19 fechas con diez victorias, seis segundos puestos y un tercero. Rosberg, en tanto, logró seis éxitos, fue seis veces segundos y tercero en dos oportunidades.
Pero Nico tuvo su desquite en 2016 con una campaña que comenzó con cuatro triunfos consecutivos y terminó con un total de nueve celebraciones contra las diez de Hamilton. Sin embargo, el inglés abandonó en dos pruebas y no pudo revertir la situación.
La batalla entre ambos fue tan feroz que no faltaron las polémicas con toques y maniobras al límite. De hecho, el equipo debió llamarles la atención más de una vez.
NACE UN NUEVO DUELO
Con el título en su poder, Rosberg sorprendió al mundo con la decisión de retirarse. Y eso le abrió las puertas al finlandés Valtteri Bottas, que hasta ese momento había tenido muy buenos resultados con Williams.
En 2017 y 2018 Bottas corrió para Hamilton, indiscutido número “1” de Mercedes. Esa estrategia le permitió al equipo alemán tener a raya a Ferrari, que se convirtió en su rival más feroz con Vettel.
En su primer año con una Flecha de Plata el nórdico se dio el gusto de ganar tres carreras y terminar tercero en el torneo. Mientras que en el ejercicio siguiente, los problemas mecánicos y la mala suerte le impidieron festejar en el escalón más alto del podio y sumar buenos puntos.
Sin embargo, su desempeño y velocidad fueron suficientes para que Mercedes le volviera a renovar su contrato, que desde que llegó al equipo tiene una duración de una sola temporada, cuando el resto generalmente firma por dos o más.
Así llegamos al 2019, en el que Hamilton y Bottas son los principales animadores de la lucha por el título y, por lo que se vio hasta ahora, en igualdad de condiciones.
DOS PILOTOS, UN TÍTULO…
Valtteri ganó el GP de Australia, en la apertura del torneo, y aunque en el ambiente se pensó que en esa carrera había recibido “los favores” de Mercedes para desquitarse de los sinsabores del 2018, el de Nastola demostró en las siguientes competencias su hambre de gloria y que puede ser un gran dolor de cabeza para su compañero.
Bottas sumó otro triunfo en Azerbaiyán y escoltó a Hamilton en sus victorias de Bahrein, China y España. Además, logró tres pole positions contra una de Lewis (la restante en juego fue del monegasco Charles Leclerc de Ferrari) y llegó a liderar el torneo en dos oportunidades: Primero luego de ganar en Australia y ser segundo en la siguiente cita en Shangai y luego tras su victoria en Bakú.
Gracias al triunfo en Montmeló, Hamilton se mantuvo al frente del campeonato, ahora con siete puntos sobre Bottas. Y si bien aún falta muchísimo para el final de la temporada, nada hace presumir que los pilotos de Ferrari o Red Bull podrán evitar que los pilotos de las Flechas de Plata se diriman por la corona.
Si Mercedes mantiene su política de que haya “vía libre”, no sería de extrañar que en algún momento del año la buena relación que existe entre Hamilton y Bottas se rompa y hasta que entre ambos haya algún exceso dentro de la pista.
No sería de extrañar que eso suceda porque en definitiva el mejor equipo de la categoría tiene a un piloto que quiere mantener su reinado y otro que, claramente, quiere ser el nuevo rey. El público, obviamente, agradecido…