Para el inglés Lewis Hamilton este 2020 es muy especial. No solo por tener la posibilidad de igualar el récord de títulos en la Fórmula 1 del alemán Michael Schumacher, sino porque emprendió una intensa lucha contra la discriminación racial sensibilizado por el asesinato de George Floyd a manos de un policía de la ciudad estadounidense de Minneapolis.
Su posición frente a este tema caló hondo en la categoría, que inició su propia campaña en la búsqueda de igualdad de oportunidades; y hasta en Mercedes, su equipo, que cambió el tradicional tono plateado de sus autos por el color negro.
Después de quedarse con las ganas de exteriorizar su posición frente al racismo en el podio del GP de Austria, la primera fecha del torneo 2020, que lo vio en el cuarto lugar luego de un recargo, Hamilton se dio el gusto con su triunfo en el GP de Estiria, también realizado en el Red Bull Ring.
Desde el escalón más alto del podio, Hamilton elevó su brazo derecho, cerró fuertemente su puño e inclinó levemente la cabeza. Así replicó el gesto que tuvieron los atletas Tommie Smith y John Carlos en los Juegos Olímpicos de 1968 cuando eligieron ese saludo después de ganar las medallas de oro y bronce en los 200 metros llanos para expresarse en contra del trato que la población negra recibía en Estados Unidos.
La actitud de Smith y Carlos fue severamente castigada por el Comité Olímpico Internacional. Ambos fueron vetados de participar en posteriores actividades olímpicas porque las normas prohibían cualquier tipo de declaración política en los Juegos. Años más tarde, Smith declaró en su biografía que no se había tratado de un saludo referido al movimiento Black Power, sino de uno a favor de los derechos humanos…
El político y filántropo sudafricano Nelson Mandela también lo usó a modo de salutación al salir de la prisión de Victor Verster en 1990. Este fue el último presido en el que estuvo Mandela, quien pasó 27 años de su vida encarcelado…
El símbolo del puño en alto y apretado es utilizado en la actualidad por el movimiento Black Lives Matter, que nació en 2013 con el uso del hashtag #BlackLivesMatter en las redes sociales después de la absolución de George Zimmerman por la muerte del adolescente afroamericano Trayvon Martin a causa de un disparo. Tras el asesinato de Floyd, Black Lives Matter tomó un nuevo impuso.
Para el psicólogo inglés Oliver James, el atractivo del saludo del puño en alto es que permite al individuo indicar que “tiene la intención de enfrentarse a la malévola y masiva fuerza institucional con fuerza propia”, y que está unido a otros en la lucha contra la opresión común.