Una vez más el trío formado por el argentino José María López, el inglés Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi se quedó con las ganas de triunfar en las 24 Horas de Le Mans, la prueba más importante del calendario del WEC. La derrota tuvo un sabor muy amargo ya que los pilotos del Toyota TS050 HYBRID N° 7 del Toyota GAZOO Racing se habían mostrado contundentes sobre el resto de sus rivales.
Lamentablemente, un problema mecánico cuando lideraban cómodamente les pasó factura y los volvió a dejar con las manos vacías. Terminaron terceros, pero eso no fue consuelo…
“Dos veces seguidas merecieron ganar, pero pasó algo que estaba fuera de su control… Hacen todo bien, se preparan bien, son rápidos y cada vez que algo sale mal no está en sus manos. Todo el equipo se siente apenado por ellos”, reflexionó Pascal Vasselon, director técnico del team japonés.
Es que el año pasado también estaban en una buena posición para vencer, pero la falla de un sensor les hizo entrar a boxes de manera errónea y ahí culminaron sus chances. Esta vez el problema fue un desperfecto en el colector del escape que obligó a una larga detención en los boxes cuando Kobayashi se encontraba al frente de la general durante la noche.
El inconveniente obligó al equipo a cambiar todo el conjunto de turbo y del escape del lado derecho, algo que le costó al trío 30 minutos que fueron imposibles de descontar. “Tuvimos un fallo en el escape bastante pronto en la carrera, fue claramente un problema de calidad en el escape del lado derecho”, afirmó Vasselon, que asegura no tener palabras para consolar a sus pilotos…