“Esa fue la carrera más dolorosa, la carrera más dura que he experimentado”. Con estas palabras el inglés Lewis Hamilton, del equipo Mercedes, describió sus sensaciones durante el Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula 1, donde el “porpoising” hizo mella en su espalda.
Pese a la tendencia de su auto en el circuito callejero de Bakú, Hamilton logró finalizar cuarto detrás de su compañero y compatriota George Russell en la carrera que ganó el neerlandés Max Verstappen (Red Bull).
El 3-4 fue bienvenido por Mercedes, que igual mostró su preocupación por el estado de salud de Hamilton y lo llegó a poner en duda de cara al Gran Premio de Canadá del próximo fin de semana.
“Esto es realmente malo. Simplemente tenemos que encontrar una solución… Creo que él es quizás el más afectado de todos los pilotos”, aseguró Toto Wolff, responsable del team, al hablar de la tendencia de los vehículos derivada del efecto suelo.
Cuando se le preguntó si podría haber riesgo de que Hamilton se pierda Montreal, Wolff respondió: “Sí, definitivamente. Esto afecta la columna vertebral y puede tener algunas consecuencias”.
Hamilton, quien se tomó la espalda mientras salía del auto, comparó la experiencia con soportar una sesión de crioterapia de cuatro minutos y dijo que solo se enfocó en todas las personas que contaban con él para ganar puntos.
Sin embargo, el inglés ya tomó una decisión respecto a su participación en el GP de Canadá y aseguró que estará presente. “Mi espalda está un poco adolorida y magullada, pero nada serio, afortunadamente. He tenido acupuntura y fisio con Ang (Angela Cullen) y estoy en camino al equipo para trabajar con ellos en mejorar. Estaré allí este fin de semana, no me lo perdería por nada del mundo”, afirmó en su cuenta en Instagram.