La disputa que mantienen el Automóvil Club Argentino y la Asociación Corredores Turismo Carretera por el poder deportivo en la Argentina ha sumado un particular capítulo ya que el ACA decidió retirarle a la entidad teceísta la facultad de fiscalizar al mismismo Turismo Carretera.
“El Automóvil Club Argentino, en su carácter de Autoridad Deportiva Nacional, ha resuelto revocar el poder deportivo selectivo oportunamente delegado a la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) para la fiscalización de las categorías Turismo Carretera, Turismo Carretera Pista y Top Race. Dicha decisión ha sido notificada a la referida entidad por medio fehaciente”, se destaca en el comunicado N° 4 de la Comisión Deportiva Automovilística del ACA.
El ACA se guardaba esta carta bajo la manga desde que la ACTC decidió aumentar su poder deportivo al fiscalizar al Turismo Nacional, el Turismo Pista y crear un nuevo campeonato de monopostos, además de sumar después a las Federaciones Metropolitanas y Mar y Sierras, que entre las dos tiene medio centenar de campeonatos zonales.
CUANDO LA ACTC RECONOCIÓ EL PODER DEL ACA
Con su postura, la ACTC rompió un acuerdo que databa de 2001, cuando también hubo un conflicto similar que llegó a dividir el automovilismo en dos ya que los pilotos con licencias del ACA y no podían correr en las categorías de la ACTC y viceversa.
Aquella disputa se terminó porque la ACTC aceptó que el ACA era la única entidad que tenía el poder deportivo otorgado por la FIA.
El acuerdo que rompió la ACTC y que pone en jaque al automovilismo argentino
A medidos de abril de 2001, después de varios meses de disputa, el ACA y la ACTC emitieron de manera conjunta un comunicado de prensa en el que anunciaron el fin de esa pelea por el poder deportivo y establecieron cómo se regularía el automovilismo argentino a partir de ese momento.
Como primera medida, la ACTC reconoció que el ACA era dueño del poder deportivo para la actividad del automovilismo, “tanto en la actividad nacional como internacional y como surge de las normas de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) desde 1926”.
En tal sentido, la ACTC le solicitó al ACA, “que en su condición de autoridad deportiva nacional y conforme a las normas del Estatuto de la FIA y al Código Deportivo Internacional (CDI), el reconocimiento de la actividad de fiscalización, que venían desarrollando para las categorías Turismo Carretera, Turismo Carretera Pista y Top Race”.
“De acuerdo con la solicitud de la ACTC, el Automóvil Club Argentino delegará de conformidad con lo señalado en el inc. C) del Art. 5 del Estatuto de la FIA el ejercicio del poder deportivo en forma selectiva en la ACTC para la realización de su actividad fiscalizadora en las categorías antes mencionadas”, explicó el ACA.
Tras este acuerdo ambas instituciones “establecieron de común acuerdo las pautas de dicha delegación”, lo que fue comunicado oportunamente a la FIA.
La reciente decisión tomada por el ACA podría tener series consecuencias, que van más allá de no reconocer las licencias de los pilotos que corren en las categorías de la ACTC, sino también sancionar a los autódromos que reciban a las categorías teceístas.