El autódromo de Buenos Aires es el escenario más emblemático de la Argentina. Desde su inauguración, el 9 de marzo de 1952, ha sido escenario de grandes eventos automovilísticos nacionales e internacionales, como el Gran Premio de Argentina de Fórmula 1. Sin embargo, en los últimos años, ha mostrado signos de desgaste y obsolescencia. De hecho, en algún momento se pensó en lotear todo el complejo…
Pero parece que eso ha cambiado con la llegada de Jorge Macri como jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De hecho, se han prometido inversiones para lograr esa ansiada homologación Grado 2 que le permitiría ser escenario de categorías de nivel mundial con excepción de la Fórmula 1.
Fabián Turnes, Secretario de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires, ratificó que la nueva gestión tiene como objetivo poner en valor el autódromo y llevarlo a un nivel superior. Para ello, se está trabajando en un ambicioso plan de obras.
“El autódromo necesita más obras… Repavimentar todo el circuito fue una obra grande, pero para tratar de conseguir una homologación superior hay que trabajar mucho por los requisitos que pide la FIA”, le dijo Turnes a Automundo durante la presentación del Grand Prix de Buenos Aires, una serie de competencias que el Top Race realizará en lo que queda del año en el Hermanos Gálvez.
“Nuestro gran objetivo es lograr el Grado 2. El nivel de inversión es importante, pero ya estamos trabajando y planificando. La idea es que el plan de obras comience en 2025 para conseguir esa homologación en 2026 con el objetivo de recibir alguna categoría internacional. Hoy hablar de qué categoría podría sería más un sueño que una realidad”, agregó el funcionario.
Pese a que prefirió no contestar qué categoría internacional podría inaugurar esta nueva etapa del autódromo porteño, todo apunta que sería el IndyCar. Tal es así que responsables del gobierno de la ciudad confirmaron reuniones con Ricardo Juncos, propietario del Juncos Hollinger Racing que tiene a Agustín Canapino como uno de sus pilotos.
De más está decir que la posible concreción de una fecha del IndyCar en Buenos Aires -al igual que la chance de una carrera en Termas de Río Hondo– no solo depende de los deseos, sino también de la situación económica del país y hasta de la propia categoría, que aún no tiene muy claro si quiere expandirse a otros países.
Además de las obras de infraestructura, la nueva gestión también está trabajando para aumentar la actividad en el autódromo. El Grand Prix de Buenos Aires, que arranca este fin de semana en el circuito N° 6 y que continuará el 14 de julio (Nº 7), el 17 de noviembre (Nº 8) y 8 de diciembre (Nº 9), es un buen ejemplo de esto.
A esto se suman otros eventos de relevancia como las presentaciones del TC2000 con sus tradicionales 200 Kilómetros, el TCR South America, que inaugurará el Grado 4 de homologación; y hasta el popular Turismo Carretera.
Con el apoyo de la nueva gestión de la Ciudad de Buenos Aires y el trabajo conjunto de los diferentes actores del ambiente automovilístico, el autódromo porteño quiere brillar como antaño. Ojalá que esta vez no sean promesas de campaña…