- Agustín Canapino en Laguna Seca: El Titán demostró porqué tiene que seguir en IndyCar
- El toque entre Agustín Canapino y Callum Ilott desde el habitáculo del Titán
El Gran Premio de Monterey 2023 de IndyCar dejó una marca indeleble en la memoria de los aficionados argentinos gracias a la tremenda actuación de Agustín Canapino, quien tuvo su mejor desempeño en su temporada debut en la categoría estadounidense con el Dallara-Chevrolet del Juncos Hollinger Racing.
Desde el inicio de la carrera en el icónico circuito de Laguna Seca, Canapino demostró su determinación al pelear en el Top 10 después de largar 19°. Su habilidad para mantenerse en la lucha con los pilotos más experimentados fue admirable. De hecho, llegó a colocarse segundo cuando promediaba la competencia con grandes opciones de terminar en el podio o, al menos, dentro del Top 5.
Sin embargo, el destino le tenía reservada una sorpresa agridulce. En un giro dramático de los acontecimientos, Canapino se vio envuelto en un roce con su compañero de equipo británico, Callum Ilott, mientras luchaba por el quinto lugar. Este incidente provocó daños en la trompa del automóvil del arrecifeño, lo que lo relegó en la clasificación.
A pesar de esta adversidad, la determinación y el espíritu de lucha de Canapino brillaron en cada curva. Finalmente, cruzó la línea de meta en la 14ª posición, un resultado que podría haber sido mejor, pero que demostró su valentía y destreza en la pista.
Lo más emocionante llegó después de la carrera, cuando Ricardo Juncos, copropietario del Juncos Hollinger Racing, le comunicó a Canapino que habían logrado el objetivo propuesto: ingresar al Leaders’ Circle, asegurándose un premio de 910.000 dólares. Este logro no solo reconoce su talento, sino que también garantiza una sólida base financiera que ayudará a completar su presupuesto para la temporada 2024.