A fines de la década de 1980 el diseñador italiano Carlo Lamattina intento cambiar el consenso general de que los vehículos de tres ruedas no estaban de moda porque no eran emocionantes de conducir. Así fue que en 1988 su empresa, iC (Italian Cars), diseñó y construyó el Modulo.
La primera generación del Modulo fue propulsada por un motor BMW K75S de 750 cc y combinada con una caja de cambios manual BMW de cinco velocidades. El tren motriz BMW estaba alojado en un chasis de acero soldado tipo caja, sobre el cual se encontraba una carrocería de fibra de carbono y poliéster reforzado con Kevlar.
La potencia de frenado fue proporcionada por frenos de disco en cada rueda y contó con un circuito hidráulico doble. El Modulo estaba equipado con suspensión delantera independiente y amortiguadores. Como muchos de sus homólogos de tres ruedas, la configuración de la dirección era convencional, con un volante conectado a una caja de dirección de piñón y cremallera.
El Modulo pesaba apenas 390 kilogramos y junto con el motor de 74 caballos de fuerza era capaz de alcanzar los 200 km/h en unos pocos segundos. Sin embargo, el desempeño no fue el único atributo de este vehículo: debido a su estructura liviana, según los informes, tenía una autonomía de 560 kilómetros con su tanque de combustible de 28 litros.
Con su carrocería distintiva, el Modulo podría especificarse como monoplaza o biplaza, con el pasajero en tándem detrás del conductor.
Entre los propietarios del singular biplaza, en el que el pasajero se ubicaba detrás del conductor, estuvo el piloto inglés Nigel Mansell, quien adquirió un Modulo M89 de 1990 de una manera muy singular.
Después de lograr la pole position para en el Gran Premio de Italia de 1992, Mansell recibió este Modulo de manos de Lamattina como premio por ser el más rápido en la clasificación. No era un modelo cualquiera ya que se trataba del chasis 001 propiedad del diseñador.
Este Modulo fue entregado a Mansell en noviembre de 1993 y luego ingresó a su colección personal en Jersey, permaneciendo bajo su cuidado desde entonces. Sin embargo, ahora busca nuevo dueño ya que el campeón de F.1 de 1992 decidió subastarlo a través de la casa RM Sotheby’s.