Estampó su nombre en la lista de ganadores de las principales carreras de resistencia del mundo. Venció dos veces en las 12 Horas de Sebring, se impuso en tres oportunidades en las 24 Horas de Le Mans y conquistó en cinco ocasiones las 24 Horas de Daytona. Con semejante palmarés, uno podría imaginar que Hurley Haywood tuvo una vida plena. Aunque la realidad indica lo contrario porque esta leyenda del automovilismo estadounidense recién pudo sentirse pleno a los 68 años cuando hizo público, a través de una autobiografía, un secreto que mantuvo oculto durante toda su campaña deportiva…
A principios de 2018, el ex piloto presentó su libro Hurley: Desde el principio. Ahí no solo relató su vida dentro de las pistas, sino también un hecho que lo cambió para siempre y que le permitió mostrarse al mundo como realmente es.
Todo comenzó el día que un estudiante se reunió con él para entrevistarlo como parte de su trabajo final. La charla se extendió durante un buen tiempo. Hablaron de su campaña deportiva, de la experiencia de haber estado en la guerra de Vietnam y de muchas cosas más.
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El joven se sintió tan cómodo con Hurley que en un momento le hizo una confesión: “A mitad de la entrevista se detuvo de repente y me dijo: ‘Me han acosado toda mi vida por ser gay. Todas las mañanas cuando me despierto pienso en el suicidio. No tengo absolutamente ningún respeto por mí mismo’”. El ex piloto se mostró sorprendido por las palabras del adolescente, pero no dudó en aconsejarlo.
Un año y medio más tarde recibió una llamada telefónica de la madre del muchacho, quien dijo que había ayudado a salvar la vida de su hijo. Eso fue trascendental para que el propio Haywood usara su libro para decirle al mundo que era homosexual, algo que había mantenido en secreto durante toda su vida.
“Me dije: ‘Si mi voz fue lo suficientemente fuerte como para salvar a una persona, entonces tal vez pueda salvar a dos, 10 o 100’… He tenido mucha suerte toda mi vida. Tuve una gran infancia, tuve una gran campaña profesional en las carreras y pensé, bueno, tal vez es hora de devolver algo”, explicó.
El esplendor de Haywood en las pistas comenzó a mediados de los ’70 y se extendió hasta entrados los ’90. Una época en la que no muchas personas admitían su homosexualidad. Dentro del automovilismo, particularmente, jamás nadie había salido del closet. Y, por el contrario, la imagen que transmitía la disciplina no daba lugar a dudas que todos sus protagonistas eran heterosexuales.
El talento conductivo de Haywood le permitió mantener oculto su secreto, aunque había algunas personas relacionadas con las carreras que sabían realmente quién era. Por esa época las tenistas Billie Jean King y Martina Navratilova “convulsionaron” al mundo al hacer público que eran lesbianas, algo que no pasó desapercibido para el entonces piloto.
“Esas mujeres fueron realmente las cabezas de cartel de todo ese movimiento… Yo no tuve ningún modelo a seguir masculino gay. Tuve que lidiar con todas esas cosas yo mismo, resolver todos los problemas de cómo sería si de repente saliera del armario como gay. ¿Qué provocaría eso? ¿Perdería a todos mis fans? ¿Perdería a todos mis patrocinadores?”, se preguntó.
Haywood estaba convencido de que “siendo lo más discreto posible” podría mantener el status quo, aunque en los boxes se comentaba por lo bajo que era gay. Sobre todo por su estrecha relación con Peter Gregg, con quien corrió varias veces. Hurley desmintió en su autobiografía que hayan tenido una relación amorosa con Gregg, quien se suicidó en 1980, aunque aseguró que tenían un aprecio mutuo y sincero. De hecho, Haywood se hizo cargo del equipo Brumos Porsche tras la muerte de su amigo.
“Sólo una persona de los cientos con las que he corrido en toda mi campaña tuvo dificultades para aceptar que yo era gay. Y le dije: ‘si no quiere conducir conmigo, ese es tu problema’”, recuerda Haywood, que también confesó que a su familia no fue fácil aceptar su homosexualidad. “Mi padrastro estaba completamente en contra; mientras que mi madre fue comprensiva, pero no necesariamente aceptó al principio”.
Haywood se retiró de las pistas en 2012 y solo unos años después tuvo esa experiencia que le cambió la vida. “No quería seguir mintiendo al respecto. Creo que uno de los problemas que enfrentan las personas homosexuales es cómo la retratan la televisión, el cine y la prensa. Siempre hay una especie de imagen negativa de una persona gay. Encuentro eso algo perturbador porque conozco a muchos homosexuales muy exitosos y que no tienen nada que ver con el estereotipo con el que se los presenta a veces”, admitió.
A los 73 años, Haywood ha tenido la oportunidad de ver como el automovilismo ha cambiado, al igual que la sociedad. Y eso es algo que lo enorgullece porque como dice él mismo, “las carreras están evolucionando y las barreras que se interponen en el camino se están derribando gradualmente”.
