Durante la edición 2018 del Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1, que se realizó el pasado 26 de agosto en el circuito de Spa-Francorchamps, el Halo pasó exitosamente su primera prueba de fuego “gracias” al accidente que protagonizaron el alemán Nico Hülkenberg (Renault) y el español Fernando Alonso (McLaren), quien pasó por encima del monegasco Charles Leclerc (Sauber).
Según un informe de la Federación Internacional del Automóvil esta defensa que está en la parte superior del habitáculo y que fue muy criticada por afear la estética de los vehículos salvó la vida del joven de 21 años.
Aunque el ente rector aclaró que sin la presencia del Halo la rueda delantera derecha del McLaren tampoco habría pegado en el casco de Leclerc, la protección sirvió para desviar al auto inglés e imposibilitar así que otros elementos lo golpearan.
El informe de la FIA señaló que la fuerza del impacto del neumático sobre el Halo fue de 58 kilonewton (kN), un 46% de lo que puede resistir la unión entre el chasis y el elemento de seguridad. Asimismo, desde Sauber afirmaron que la estructura del vehículo no sufrió deformación ni daño.