Durante la edición 2018 de las 24 Horas de Le Mans, que se realizará el próximo 16 y 17 de junio, el Automóvil Club del Oeste, organizador de esta carrera y del Mundial de Resistencia, anunciará los principales lineamientos del nuevo reglamento técnico que entrará en vigencia en la temporada 2020/2021.
Es claro que la actual normativa para la clase LMP1 alejó a los constructores que le daban alma a la especialidad. Ya se fueron Audi y Porsche y en la actualidad solo queda Toyota con su prototipo híbrido peleando contra vehículos con motores de combustión de equipo privados.
La idea del ACO y de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) es revertir la situación e incentivar la participación de más constructores con unas reglas sin tanta tecnología y con costos más acotados.
“Tenemos algunas ideas muy buenas para reducir drásticamente los costos de participación en la categoría más alta del WEC. Será muy atractivo para las marcas. De hecho, sin ser demasiado optimista, podemos soñar con ver entre cinco y siete fabricantes en la clase superior”, afirmó Jean Todt, presidente de la FIA.
“Diría que para empezar a pensar en hacer algo se necesitaría un mínimo de tres fabricantes interesados… El mayor de los éxitos sería contar con una decena de marcas”, agregó el directivo.
Si todo sale bien, la LMP1 sería reemplazada por la GTP en la que los fabricantes podrían competir con sus súper deportivos adaptados a la competición. Por lo pronto, Aston Martin, Ferrari, McLaren, Ford, Toyota e incluso Porsche, aunque en un papel de observador, se han mostrado muy interesados por este nuevo rumbo.