Como ya es una costumbre en el Turismo Carretera, el reglamento técnico permanecerá abierto durante todo el año. En esta temporada en particular esa decisión servirá para trabajar en la competitividad del Toyota Camry, el vehículo con el que la marca japonesa se ha sumado a la popular categoría.
En la presentación de Viedma (Río Negro), donde se inició el certamen 2022, el auto conducido por Matías Rossi y Andy Jakos quedó lejos de la punta en los entrenamientos y en la clasificación, aunque en la carrera aprovecharon las diferentes incidencias para avanzar en el clasificador: Rossi terminó 18° y Jakos, 27°.
Después de las pruebas realizadas en Rafaea, Paraná y La Plata y de la experiencia recogida en la pista rionegrina quedó claro que el vehículo tiene una deficiencia aerodinámica que le impide ser competitivo.
El problema que no han podido solucionar en la silueta del vehículo nipón es la ida de cola, algo que cuando tratan de compensar con diferentes regulaciones hace que el Camry pierda velocidad final.
Una de las variables que se modificaría para solucionar esta desventaja sería en el motor. A partir de Neuquén, la próxima cita que se disputará el 6 de marzo, el impulsor Cherokee del Camry utilizará un difusor de 38 mm en lugar del de 32 mm empleado el último fin de semana.
Por lo pronto, su peso mínimo seguiría en 1.340 kilos, manteniéndose como el auto más pesado del TC contra los 1.325 kg de Chevrolet, Dodge y Ford y los 1.300 kg de Torino.
Antes de viajar al autódromo neuquino, el equipo Toyota pasará por el Roberto Mouras platense para probar la nueva cota técnica y seguir con el trabajo de evolución del vehículo.