El anuncio de un tercer Gran Premio de Fórmula 1 en Estados Unidos generó inicialmente entusiasmo, pero la situación cambió en los días previos al evento que se realizó en pleno centro de Las Vegas con cierres de calles que colapsaron el tráfico y un declive en el interés público. Para empeorar las cosas, una desastrosa sesión de práctica el jueves, que duró apenas ocho minutos antes de cancelarse por reparaciones en la pista, derivó en una demanda colectiva de aficionados insatisfechos.
Sin embargo, después de la carrera realizada el sábado por la noche, hasta el neerlandés Max Verstappen, muy crítico en los días previos, tuvo que admitir su éxito. “Realmente fue muy divertido”, dijo el piloto de Red Bull tras asegurarse su victoria número 18 en una emotiva competencia.
Verstappen, ya campeón antes de llegar a Las Vegas, sorprendió esta semana al criticar el espectáculo en torno a la carrera e incluso a las multitudes. Pero dio un giro completo después del triunfo del sábado. “Espero que todos lo hayan disfrutado, nosotros definitivamente lo hicimos. Emocionado de volver aquí el próximo año e intentar hacer algo similar”, confesó.
El director de Red Bull, Christian Horner, señaló que Verstappen disfrutó tanto de la experiencia, “que cambió de opinión sobre Las Vegas”.
UN CIRCUITO DESAFIANTE
El jueves, una tapa de alcantarilla suelta a lo largo del circuito urbano de poco más de seis kilómetros dañó la Ferrari del español Carlos Sainz y generó preocupaciones sobre la calidad del nuevo circuito.
Sin embargo, el inglés Lewis Hamilton elogió el trazado después de finalizar en séptimo lugar. “Tiene muchas oportunidades geniales para adelantar”, dijo el piloto de Mercedes. “Creo que, para todos los que fueron tan negativos sobre el fin de semana, diciendo que todo era solo para el espectáculo, Las Vegas les demostró lo contrario”.
Residentes y trabajadores expresaron opiniones encontradas sobre el regreso de la F.1 a la ciudad después de casi 40 años. Algunos consideraron inaceptablemente disruptivo para sus vidas diarias, mientras que otros argumentaron que era justo el tipo de evento que la ciudad necesita para seguir creciendo.
El monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que terminó segundo, ofreció una última palabra de elogio para el Gran Premio de Las Vegas, programado para celebrarse el sábado antes del Día de Acción de Gracias durante la próxima década. “No había mejor carrera para ser la primera en Las Vegas”, afirmó. “La energía alrededor de la ciudad es increíble y estoy realmente, realmente feliz. Disfruté mucho”.