El francés Romain Grosjean (Haas) se encuentra “bien” y fuera de peligro tras sufrir un gravísimo accidente al inicio del Gran Premio de Bahrain, 15ª fecha del Mundial de Fórmula 1, en el que su monoplaza se estrelló contra los guard-rails, se partió en dos y quedó envuelto en llamas.
El trazado de Sakhir contuvo la respiración en el, quizás, accidente más grave de los últimos años, que milagrosamente se saldó sin desgracias. En la primera vuelta de carrera, el coche del piloto galo se tocó con el del ruso Daniil Kvyat (AlphaTauri) y se desvió de su trayectoria para irse directo a gran velocidad contra las defensas.
En el impacto, el monoplaza quedó partido en dos mientras las ruedas saltaban por los aires, y una explosión alarmaba a todos en el circuito. Los larguísimos minutos de incertidumbre terminaron cuando las imágenes de televisión mostraban a Grosjean sano y salvo, y el silencio contenido se rompió con los aplausos de todos los presentes en boxes.
Grosjean consiguió salir entre las llamas después de 27 segundos gracias a un espacio vital entre el guard-rail y el coche. “Esto fue espantoso. Romain está fuera del monoplaza y está bien”, confirmó Haas. Así, el francés, visiblemente “aturdido”, fue trasladado en helicóptero al hospital para someterse a algunas pruebas, aunque aparentemente solo sufre “quemadoras en manos y tobillos”.
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