La 20ª edición del Gran Premio Argentino Histórico, competencia de regularidad organizada por el Automóvil Club Argentino, comenzó a desandar los primeros kilómetros del extenuante recorrido que llevará a la caravana compuesta por 157 vehículos por caminos del centro y el noroeste argentino.
La primera etapa, que se llevó a cabo durante el fin de semana, llevó a los competidores desde Buenos Aires hasta Junín y finalmente a Villa General Belgrano, en la provincia de Córdoba. Este desafío ha demostrado ser una prueba para los valientes y un espectáculo para los aficionados.
Los cuatro tramos finales de esta etapa inicial se destacaron por su dificultad, especialmente los tres tramos de tierra consolidada que conectan Los Espinillos con Alpa Corral en el sur cordobés.
Fue un regreso a las raíces de las grandes competencias del pasado, y la inclusión de estos caminos fue recibida con entusiasmo por todos. El tramo final del domingo, en el hermoso faldeo de Los Cóndores, un antiguo circuito semipermanente del TC, se mantuvo como un clásico desafiante, poniendo a prueba la habilidad de los pilotos y su destreza en cada curva.
Al concluir la segunda parte de la primera etapa, la pareja conformada por Carlos Castelli y Julián Quatrocchi, al volante de un Fiat 128 de 1975, lidera la clasificación general. Les siguen de cerca Edgardo Vergagni e Ignacio Sorrentino con un Peugeot 404 de 1977, y Daniel Rossi y Jorge Nasazzi, quienes pilotan un BMW 520 de 1981.
En la categoría del velocímetro, Lucas y Leandro García al mando de un Fiat 1500 de 1968 encabezan la tabla, seguidos por Juan Uberti y Fernando Sauro con otro Fiat 1500, esta vez de 1969.
La emoción no termina aquí. La segunda etapa comenzaba temprano este lunes y llevará a los competidores desde Villa General Belgrano hasta San Fernando del Valle de Catamarca, cubriendo un total de 609 kilómetros.
El trayecto incluirá paradas en lugares emblemáticos como San Clemente, Bialet Massé, Camino del Cuadrado, Deán Funes y San Antonio de la Paz, culminando en un espectacular descenso por la Cuesta del Portezuelo. La competencia promete ser un desafío para la resistencia y la habilidad de los pilotos, mientras exploran las magníficas carreteras de Catamarca.
