El gobierno austriaco no pondrá trabas a la disputa en el país del Gran Premio de Fórmula 1, previsto para el 5 de julio, siempre que se celebre a puerta cerrada, según aseguró el vicecanciller y ministro de Deportes, Werner Kogler.
Pese a mostrarse favorable a la celebración de la carrera en el Red Bull Ring de Spielberg, el político advirtió de que una carrera de Gran Premio involucra a muchas personas, incluso sin espectadores, y recordó que las restricciones actuales de viaje también podrían representar un obstáculo importante.
“Actualmente tenemos políticas de inmigración muy estrictas en Austria y se mantendrán vigentes por el momento”, apostilló por su parte el ministro del Interior, Karl Nehammer.
La pandemia de coronavirus ya ha obligado a suspender las nueve primeras citas del campeonato y ahora está en el aire el Gran Premio de Francia, planificado para el 28 de junio.
En caso de que también se suspenda la cita gala, Austria sería la siguiente candidata para abrir el Mundial.