El mundo del deporte motor recuerda este 1 de mayo un trágico acontecimiento que marcó un antes y un después en la historia de la Fórmula 1: la muerte del legendario piloto brasileño Ayrton Senna en el circuito de Imola. Treinta años han pasado desde aquel fatídico día, pero el impacto de su pérdida sigue resonando en la memoria de todos los aficionados.
El Gran Premio de San Marino de 1994 se convirtió en un fin de semana oscuro para la F.1. La muerte de Roland Ratzenberger el día anterior ya había sumido a la comunidad automovilística en el luto.
Sin embargo, la tragedia golpeó con aún más fuerza cuando, en la séptima vuelta de la carrera, Senna perdió el control de su monoplaza y chocó violentamente contra un muro de hormigón. El mundo entero quedó conmocionado ante la pérdida de una de sus estrellas más brillantes.
LA VISIÓN DE BERNIE ECCLESTONE
Bernie Ecclestone, figura emblemática en la historia de la Fórmula 1, ha compartido su perspectiva sobre aquel trágico evento. Según el exjefe de la F.1, la muerte de Senna no solo marcó un momento de profundo pesar, sino que también tuvo un impacto inesperado en la popularidad del deporte.
“Fue un fin de semana desastroso. Si piensas en todo lo que pasó, con Roland estrellándose y sin salir de su coche, y luego Senna… No creo que sea posible que vuelva a ocurrir algo así. Max (Mosley, presidente de la FIA en aquel momento) me dijo después que creía que sería el final de la Fórmula 1. ‘Creo que te equivocas, ya veremos’, le dije”, señaló.
¿DEBERÍA HABERSE DETENIDO LA CARRERA?
Uno de los aspectos más controvertidos de aquel día fue la decisión de continuar la carrera después del accidente de Senna. Martin Brundle, quien competía en esa carrera y actualmente es un reconocido comentarista, ha expresado su frustración por haber corrido “junto al charco de sangre de Senna durante 55 vueltas”.
Sin embargo, Ecclestone defendió la decisión de no detener la competencia, argumentando que, en medio de la confusión y la rapidez de los acontecimientos, no había tiempo para reflexionar adecuadamente.
“Cuando pasan estas cosas, todo sucede tan rápido que no tienes mucho tiempo para pensar. Legalmente, debería haberse detenido, porque ahora sabemos que murió en el circuito. Pero al final todo se redujo a problemas comerciales, gente que habría querido reembolsos y todo ese tipo de cosas. Y no se tuvo en cuenta la otra parte”, apuntó.
Ecclestone sostiene que, paradójicamente, la tragedia contribuyó a incrementar el interés global en la categoría, atrayendo a espectadores que hasta entonces no habían prestado atención al deporte.
“La Fórmula 1 se hizo más popular tras la muerte de Senna. Recibió tanta publicidad en todo el mundo que gente que no había visto la Fórmula 1 antes empezó a interesarse. Pero espero que nunca volvamos a ver algo así, y creo que hoy en día, con la forma en que todo ha mejorado en seguridad, gracias a Dios, las posibilidades son mucho menores”, culminó.