Después de un período de cierre de 63 días debido a la pandemia de COVID-19, el equipo Mercedes-AMG Petronas de Fórmula 1 regresó a trabajar a principios de junio, preparándose para competir nuevamente mientras observaba protocolos y procedimientos que se han convertido en la nueva normalidad.
Ambos centros tecnológicos, en Brackley y Brixworth, se sometieron a diferentes cambios relacionados con el distanciamiento social antes del final del cierre para garantizar que el personal pudiera volver a trabajar de manera segura. Antes de que los miembros del equipo regresaran a su lugar cada uno participó en una inducción en línea para familiarizarse con las nuevas pautas.
Desde el reinicio de la actividad, cuando el personal llega a la fábrica se verifica su temperatura para asegurarse de que no tenga fiebre. Además, se ha agregado señalización en las fábricas para recordar al personal los protocolos de higiene y distanciamiento social, pero también para marcar nuevos sistemas unidireccionales que se han implementado en muchas áreas, como pasillos y escaleras, alrededor del sector de oficinas y de fabricación.
El sistema de ventilación funciona a plena capacidad para garantizar que se proporcione el número máximo de cambios de aire por hora posible. En las áreas donde el trabajo realizado no permite el distanciamiento social, o cuando se trasladan en las instalaciones, se debe usar máscaras faciales.
Los empleados deben higienizarse las manos y también deben limpiar sus estaciones de trabajo antes y después de su turno y al tomar descansos. Hay máscaras faciales, guantes, toallitas desinfectantes y desinfectante para manos disponibles en toda la fábrica para que cumplir con los nuevos protocolos sea lo más fácil posible.
Al mismo tiempo, la fábrica todavía está relativamente “vacía” ya que aproximadamente la mitad de la fuerza laboral trabaja desde su casa. Solo están en la fábrica aquellos empleados que necesitan acceso a ciertas máquinas o herramientas.
Uno de los mayores desafíos de Mercedes fue asegurarse que un gran porcentaje de sus empleados pudieran trabajar desde casa. Anteriormente, el número máximo de empleados que trabajaban desde casa al mismo tiempo era de alrededor de 70. Ahora, se alcanzaron picos de unas 450 personas.
Esto creó una serie de desafíos, particularmente para el departamento de TI, que tenía que garantizar que los miembros del equipo pudieran trabajar desde la seguridad de sus propios hogares.
Al mismo tiempo, cambiar los protocolos de una fábrica completa no fue una tarea fácil, particularmente para aquellas áreas que trabajaron en el Proyecto Pitlane que creó respiradores durante el cierre y, por lo tanto, todavía estaban en funcionamiento.
Hubo muchos aspectos a considerar, desde la instalación de escáneres térmicos en varios lugares de la fábrica hasta la búsqueda de la forma más segura de distribuir alimentos en la cantina.
En la pista las reglas de distanciamiento social se aplican siempre que sea posible. Todos deben usar máscaras, aunque algunas funciones también requieren protectores faciales u otro equipo de protección personal adicional. Los protocolos de higiene incluyen prácticas de lavado y desinfección de manos, pero también la limpieza regular de estaciones de trabajo y equipos con desinfectante.
Las medidas practicadas por el equipo en Silverstone serán similares a las de las carreras, incluidas las pruebas regulares de COVID-19 para todo el personal. Las escuderías también mantendrán su distancia unos de otros, creando “burbujas” para limitar el riesgo de exposición entre los equipos. Además, como solo el personal esencial asistirá a las carreras, el número de miembros en la pista será menor de lo habitual. Debido al hecho de que los patrocinadores y socios del equipo e invitados tampoco tendrán acceso a la pista, los equipos viajarán sin sus motorhomes y en su lugar utilizarán la infraestructura en la pista para el suministro de comidas.
Poder ejecutar los nuevos procedimientos y protocolos antes de la primera carrera fue una experiencia invaluable que produjo muchos aprendizajes, desde adoptar el trabajo en máscaras faciales y otros equipos de protección personal hasta reevaluar el diseño del box. Le dio a todo el personal la oportunidad de familiarizarse con la nueva forma de trabajar y fue un paso importante para garantizar un funcionamiento sin problemas una vez que comience la temporada.
El calendario de emergencia que se presentó para completar este año también supone un desafío en esta nueva normalidad. Habrá varios fines de semana seguidos con carrera y eso obligará a tener menos tiempo entre eventos para dar servicio al automóvil. También será más intenso para los miembros del team, con muchos períodos más largos fuera de casa y teniendo que permanecer en la llamada “burbuja del equipo”.
¿Y qué pasa con el desarrollo del auto? Durante las nueve semanas de cierre a los equipos de F.1 no se les permitió desarrollar el automóvil. Sin embargo, el diseño del W11 llevado a Australia se congeló alrededor de Navidad debido al tiempo de espera requerido para fabricar y probar varios componentes, lo que significa que el equipo ya había desarrollado su vehículo durante unos tres meses antes de que detuvieran los desarrollos. En otras palabras, cuando el auto iba a tocar la pista en Melbourne, ya había encontrado un poco de rendimiento adicional en el túnel de viento y en sus simulaciones.
Sin dudas, la nueva normalidad llegó a la Fórmula 1.
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