Max Verstappen demostró porqué es uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1 con una victoria épica en el Gran Premio de San Pablo, arrancando desde la 17ª posición en una carrera marcada por la lluvia, choques y banderas rojas. En una actuación inolvidable en el circuito de Interlagos, el piloto de Red Bull respondió con su 62ª victoria a las críticas sobre su estilo de conducción agresivo, remontando desde el fondo del pelotón para llevarse el triunfo y ampliando aún más su ventaja en el campeonato.
La carrera arrancó con Verstappen en una posición desfavorable luego de una frustrante clasificación y una penalización por cambio de la unidad de potencia. Sin embargo, el triple campeón mundial transformó su enojo en determinación y pasó seis autos en la primera vuelta, situándose en la 10ª posición al cierre del segundo giro. A medida que la lluvia y las condiciones extremas cobraban protagonismo, Verstappen desplegó una estrategia impecable, adelantando rivales con precisión y sin incidentes.
DE LA ADVERSIDAD AL TRIUNFO: LA RESPUESTA DE VERSTAPPEN
Las últimas semanas han sido intensas para Verstappen, enfrentando fuertes críticas por su estilo de conducción, con figuras como el campeón Damon Hill que llegaron a cuestionar sus tácticas en la pista. Sin embargo, en Interlagos, Verstappen demostró su dominio y habilidad en condiciones desafiantes, dejando atrás las polémicas. Hill, quien antes había acusado al neerlandés de “usar su auto como un arma” en sus enfrentamientos con Lando Norris, reconoció esta vez la calidad de su conducción: “Eso fue una demostración pura de su grandeza. Lo hizo limpiamente, superando a todos y mostrando por qué es un campeón”.
Christian Horner, jefe de Red Bull, también destacó la excelencia de su piloto: “Max estuvo en una liga propia. Desde la posición 17, pensábamos que todo estaba en contra, pero lo revirtió y demostró por qué es uno de los grandes”.
UNA VICTORIA CRUCIAL EN LA CARRERA POR EL TÍTULO
Esta victoria le permitió a Verstappen extender su liderazgo en el campeonato, alejándose aún más de su perseguidor, Norris, quien partió desde la pole en San Pablo pero no pudo igualar el ritmo del Red Bull. Con su ventaja ahora superior a los 60 puntos, Verstappen tiene el título casi asegurado y podría consagrarse tetracampeón en la próxima carrera en Las Vegas el 23 de noviembre.
Comparando esta victoria con su histórica remontada en Brasil en 2016, cuando pasó de la 16ª posición al podio en solo 16 vueltas, Verstappen enfatizó la importancia de este triunfo: “Esta fue mucho más crucial. En 2016, no había tanto en juego, pero ahora debía ser más cuidadoso, más consciente del campeonato. Definitivamente, esta es una de las mejores carreras de mi vida”.
UNA CARRERA PARA LA HISTORIA DE LA F.1
Con esta actuación, Verstappen se consolida como uno de los pilotos más completos de la parrilla actual, capaz de combinar agresividad y control incluso en las condiciones más adversas. Desde los duros inicios del fin de semana hasta el momento de cruzar la línea de meta con una ventaja de más de 19 segundos sobre el segundo, Verstappen escribió una página imborrable en la historia de la Fórmula 1.
El resultado en San Pablo no solo respondió a las críticas, sino que ratificó su posición como futuro tetracampeón mundial y reforzó la confianza de Red Bull en su piloto estrella. Esta remontada épica en condiciones adversas, que incluyó autos de seguridad, banderas rojas y un clima extremo, fue el escenario perfecto para que Verstappen le contestara a sus críticos con la fuerza y determinación que lo caracterizan.