Con solo 27 años, Max Verstappen ha escrito otro capítulo dorado en la historia de la Fórmula 1 al coronarse campeón del mundo por cuarta vez consecutiva. La corona lograda después de terminar quinto en el Gran Premio de Las Vegas lo colocó en un grupo selecto de pilotos que han alcanzado esta gesta, uniéndose a nombres icónicos como Sebastian Vettel y Alain Prost, que también lograron cuatro cetros.
Aunque la temporada 2024 estuvo lejos de ser sencilla, con una racha de 10 carreras sin victorias, Verstappen manejó con maestría las adversidades. Desde liderar la clasificación durante 896 días consecutivos, rompiendo el récord de Michael Schumacher, hasta sobreponerse a la pérdida de dominancia de Red Bull en la segunda mitad del campeonato, el neerlandés demostró por qué es considerado un fuera de serie.
La campaña 2024 comenzó con Verstappen imparable: pole position en las primeras siete carreras y victorias en siete de los diez primeros Grandes Premios. Sin embargo, los problemas de rendimiento de Red Bull a mitad de temporada abrieron la puerta a rivales como Ferrari, Mercedes y McLaren, que comenzaron a pelear por la cima.
El punto de inflexión llegó en Brasil, donde Max protagonizó una remontada épica desde el puesto 17 hasta el primer lugar en una caótica carrera bajo la lluvia. Ese triunfo no solo puso fin a la sequía de victorias, sino que también reafirmó su liderazgo en el campeonato. “Si ganamos el título este año, será gracias a Max”, afirmó Helmut Marko, el consultor de Red Bull.
Con un enfoque calculado, Verstappen acumuló puntos esenciales durante las etapas más complicadas, asegurando el campeonato con una ventaja de 63 puntos sobre su rival más cercano tras la carrera de Las Vegas.
Con 62 victorias en su carrera, Verstappen aún está lejos del récord de Lewis Hamilton (105), pero sus logros ya lo posicionan entre los mejores de todos los tiempos. Solo él y Vettel han logrado sus primeros cuatro títulos de manera consecutiva, un dato que subraya su impacto en la era moderna de la F.1.
Sin embargo, para Verstappen, la cantidad de títulos o victorias no define su motivación. “Mis objetivos en la Fórmula 1 ya están cumplidos. No necesito ocho títulos o batir récords de victorias. Lo que quiero es disfrutar mi vida y mirar atrás sabiendo que hice todo lo que deseaba”, comentó el piloto, quien tiene contrato con Red Bull hasta 2028, aunque no descarta retirarse antes.
La temporada también estuvo marcada por tensiones internas en Red Bull, el cambio de Lewis Hamilton a Ferrari, y la salida del icónico diseñador Adrian Newey del equipo. A pesar de estos desafíos, Verstappen mantuvo su enfoque, brillando incluso cuando el monoplaza no estaba a la altura de su talento.
Su desempeño dejó en evidencia las diferencias con su compañero de equipo, Sergio Pérez, quien tuvo un año complicado y quedó muy por detrás en el campeonato. “Max ha estado en una clase aparte este año. Se merece este título; lo coloca entre la élite del deporte”, declaró Christian Horner, jefe de Red Bull.
Con Ferrari, Mercedes y McLaren mostrando grandes avances, el próximo año promete una batalla mucho más reñida. Aún así, Verstappen sigue siendo el hombre a vencer, y su capacidad para adaptarse a cualquier circunstancia lo convierte en el principal favorito para el título de 2025.
“Este es solo el comienzo de una carrera legendaria”, afirmó Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1. Si bien Max ya es un tetracampeón, el camino hacia su quinto título será una nueva prueba de su grandeza.
