La Fórmula 1 está atravesando su peor momento a causa del COVID-19 por una sencilla razón: sin carreras, no genera dinero y eso podría provocar un agujero en sus finanzas. Esta situación ha puesto en alerta a Liberty Media, la empresa que tiene a su cargo la organización del campeonato.
Desde que estalló la pandemia hace un mes, la categoría se vio obligada a cancelar los Grandes Premios de Australia (con los equipos ya en Melbourne) y Mónaco y posponer los GP’s de Bahrein, China, Vietnam, Holanda, España, Azerbaiyán y Canadá.
Con esta serie de postergaciones nadie puede asegurar que se concrete el plan de Liberty Media de hacer al menos 15 fechas. Es que todo hace suponer que se podrían aplazar otras carreras, principalmente aquellas que se hacen en países gravemente afectados por el coronavirus como Italia, Francia y Gran Bretaña.
Esta crisis que atraviesa la Máxima ya se vio reflejada en sus acciones en Wall Street que llegaron a caer un 43.9%. Pero este no sería el principal inconveniente para la compañía estadounidense.
El gran dolor de cabeza son los 2.900 millones de dólares de deuda que tiene la empresa y que venía reduciendo sin demasiados contratiempos gracias a los buenos números de los años 2017, 2018 y 2019 (cuando le adquirió el negocio a Bernie Ecclestone pagó u$s 4.400 y asumió un pasivo de u$s 4.100).
Como referencia vale decir que el año pasado la F.1 generó ingresos por u$s 2.000 millones y de esa cifra, u$s 900 millones corresponden a los diez equipos.
El convenio de préstamos que asumió la F.1 en su momento establece que su deuda neta no debe ser más de 8.25 veces que su ganancia operativa, lo que le da un umbral de u$s 303 millones. Nunca ha estado en riesgo de caer por debajo de este nivel hasta ahora…
Es que sin Grandes Premios la Fórmula 1 pierde muchísimo dinero. Con cada prueba que se cae la categoría deja de ganar un promedio de u$s 48.1 millones. Esto comprende el fee de u$s 28.7 millones por la carrera, u$s 14.3 millones por patrocinio y u$s 5.1 millones por la venta de entradas de hospitality.
Los derechos televisivos también pueden verse afectados. En 2019 la F.1 recibió u$s 762.8 millones por ese concepto, pero la cifra de este año podría ser menor si se disputan menos competencias. Por eso la insistencia de los responsables de la categoría de hacer entre 15 y 18 GP’s ya que el mínimo le aseguraría respetar los contratos firmados.
El primer paso que dio Liberty Media para hacerle frente a esta situación fue replicar las medidas que tomaron los equipos McLaren, Williams y Racing Point de suspender temporalmente a algunos miembros de su estructura (tiene 456 empleados. El recorte también llegó a sus ejecutivos, que se bajaron un 20 por ciento su sueldo, aunque en el caso de Chase Carey, CEO de la compañía, ese recorte sería mayor aún por voluntad propia.
Para salir del paso la Liberty Media podría emitir nuevas acciones para cubrir los costos, recibir alguna ayuda de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) e incluso renegociar el pago de su deuda con los bancos. Aunque en este nuevo mundo con coronavirus parece que nada está dicho…