El Gran Premio de Bahrein que dio inicio a la temporada 2022 de la Fórmula 1 demostró que, efectivamente, el inglés Lewis Hamilton tenía razón cuando afirmaba que el Mercedes W13 no estaba en condiciones de luchar por el triunfo.
Si bien el múltiple campeón llegó tercero y su compatriota George Russell arribó detrás, las Flechas de Plata jamás estuvieron en condiciones de aspirar al triunfo como fue el caso del monegasco Charles Leclerc (Ferrari), finalmente ganador; o el joven monarca neerlandés Max Verstappen (Red Bull), quien desertó sobre el final por una falla en su auto.
¿Pero dónde está el problema del auto alemán? Andrew Shovlin, director de ingeniería en pista del equipo, fue muy claro al respecto: “El equilibrio ha sido bastante complicado, pero el principal problema es la falta de agarre”, admitió tras la carrera en Sakhir
“Sabíamos que no éramos lo suficientemente rápidos al llegar al fin de semana por lo que nuestro objetivo era limitar los daños en el campeonato. En términos de ritmo, estábamos más o menos solos; no podíamos presionar de manera realista a Red Bull y a Ferrari, y realmente no estábamos bajo ninguna presión desde atrás. Esto nos permitió jugar un poco con la estrategia”, agregó Shovlin.
“No tenemos un auto para pelear por la pole o ganar carreras y eso no es algo que podamos tolerar por mucho tiempo si ambicionamos ganar los campeonatos… Tenemos muchas ideas para explorar para mejorar nuestro ritmo; trabajaremos duro durante los próximos días y semanas para llevarlas a la pista”, concluyó el ingeniero.
En la clasificación Hamilton quedó quinto a 680/1000 de Leclerc, autor de la pole; mientras que Russell terminó noveno a 1s658. En carrera ambos pilotos avanzaron dos posiciones gracias a los abandonos de Verstappen y el mexicano Sergio Pérez, algo que les permitió llegar tercero y cuarto, respectivamente.