Las Vegas ha sido testigo de una evolución única que se entreteje entre hoteles lujosos y un pasado turbio ligado al crimen organizado. Mientras se prepara para recibir este fin de semana a la Fórmula 1, es inevitable mirar hacia atrás y explorar las raíces de esta ciudad que alguna vez estuvo en manos de la mafia.
Fundada en 1905 como un asentamiento sobre un valle de 45 hectáreas cercano a las vías de la Union Pacific, Las Vegas inició su transformación con la legalización del juego y la construcción de la presa Hoover en 1931. Sin embargo, fue el crimen organizado el verdadero motor detrás del desarrollo de la ciudad.
Mafiosos como Bugsy Siegel, uno de los fundadores y líderes del Sindicato del Crimen después de ser contrabandista durante la Ley Seca; Meyer Lansky, creador de la mayor parte del sistema financiero de lavado de dinero de la mafia, y Moe Dalitz, que operaba casinos ilegales en diferentes estados; no solo construyeron hoteles y casinos, sino que también atrajeron a estrellas de Hollywood, consolidando a Las Vegas como la capital del entretenimiento.
INVERSIÓN Y GLAMOUR: EL AUGE DE LA MAFIA
La extensa lista de magnates del crimen invirtieron fuertemente en establecimientos como El Cortez, Flamingo, Desert Inn y Stardust, convirtiendo a Las Vegas en un epicentro del poder económico de la mafia. Así la ciudad se volvió sinónimo de lujo y espectáculo y comenzó a hacerse conocida como Sin City (La Ciudad del Pecado).
A pesar de las fortunas acumuladas, la creación de la Junta de Control de Juegos al Azar en la década de 1950 y la inclusión de nombres de la mafia en una lista negra dieron un duro golpe a las operaciones del crimen.
El magnate Howard Hughes aprovechó la situación y compró casinos, cambiando su estatus de propiedades de la mafia a corporaciones legítimas. No obstante, la mafia siguió operando en las sombras durante mucho tiempo más.
A mediados de los ’80 eran cada vez menos los casinos con las influencia de los mafiosos, ya que no querían gastar dinero en renovarlos y los organismos de control los obligaban a vender las propiedades a nuevos dueños. Después de 45 años la mafia dejó de controlar Las Vegas, dejando varios asesinatos en el camino de los cuales la mayoría quedaron sin resolver.
EL REGRESO DE LA FÓRMULA 1
Después de cuatro décadas, la F.1 regresa el fin de semana a Las Vegas, pero no en el estacionamiento de un hotel como ocurrió en 1981 y 1982, sino con un circuito callejero en pleno centro de la ciudad. La competencia se realizará el sábado por la noche (el domingo a la madrugada en la Argentina), algo que le añade un condimento extra.
Los responsables del Mundial de la Fórmula 1 han invertido mucho dinero para esta carrera. Liberty Media, la empresa detrás de la Máxima, compró un predio de 150.000 metros cuadrados por los que pagó 240 millones de dólares. En este terreno, al este del conocido Strip de la ciudad, se construyó el paddock y el pit lane para el Gran Premio de Las Vegas.
Sin embargo, sus grandes expectativas no coinciden con la de los propios pilotos, que no le ven demasiado atractivo; ni con los del público, que no ha mostrado interés por acudir a la carrera. Eso motivó a bajar considerablemente el precio de las entradas.
Ahora, con la llegada de la F.1 a Las Vegas, la ciudad se prepara para un nuevo hito en su historia. Así el rugir de los motores resonará en el mismo suelo que alguna vez fue testigo del esplendor y los negocios turbios de la mafia.
