Ford-Cosworth: la sociedad que impulsó a la Fórmula 1

La Fórmula 1 está repleta de sociedades exitosas, como la que formaron Ford y Cosworth. Comenzó a fines de la década de 1960 por iniciativa del genial Colin Chapman -quién más-, se extendió por varias décadas y quedó certificada con 176 victorias y 23 campeonatos, entre Pilotos y Constructores.

Todo comenzó cuando los ingleses Mike Costin y Keith Duckworth dejaron sus puestos en el equipo Lotus de Chapman para darle forma a su propia empresa. Así, en 1958, nació Cosworth Engineering Limited, cuya denominación surgió como un acrónimo del apellido de sus fundadores.

Durante sus primeros años, Cosworth hizo desarrollos sobre los motores Kent de Ford. Estos impulsores eran de baja cilindrada -entre 1 litro y 1.5 litros- y se utilizaban en algunos modelos de calle de Lotus y en categorías promocionales como la Fórmula Junior, la Fórmula B y la Fórmula 3.

El éxito golpeó a las puertas del taller de Cosworth en Northampton en 1965 con el MAE, un Kent de 1.000 cm3 adaptado para respetar las reglas de la Fórmula 3. Fue tal el éxito de este impulsor que para satisfacer la demanda Costin y Duckworth pusieron en venta un kit de piezas para que cualquiera pudiera prepararlo.

Paralelamente comenzaron a realizar los primeros desarrollos para la Fórmula 2 basándose en el bloque del Ford Cortina 116E. El primer motor fue el SCA, de 1.000 cm3 y 140 CV; y luego le siguió el FVA, de 1.6 litros, que producía 225 CV a 9.000 RPM.

COSWORTH LLEGA A LA FÓRMULA 1

Todo el prestigio y la experiencia que habían logrado en menos de una década convencieron a Chapman que sus ex empleados podían preparar un motor para la Fórmula 1.

El dueño de Lotus estaba urgido de encontrar un nuevo proveedor ante la decisión de Climax de no seguir con el desarrollo de los motores de tres litros introducidos en 1966 en reemplazo de los 1.5 litros utilizados hasta 1965.

Chapman habló con los ejecutivos de Ford y les dijo que Cosworth era un buen aliado para ingresar a la F.1 por la puerta grande. Fundamentó su optimismo en el talento de Duckworth, que estaba trabajando en un desarrollo revolucionario. A la automotriz le resultó interesante la propuesta y cerró trato con el preparador inglés.

Cosworth recibió 100.000 libras esterlinas por parte de Ford, pero la continuidad del trato dependía de que ese concepto de Duckworth resultara exitoso en la pista. Para comprobarlo desarrolló primero un motor de F.2 de cuatro cilindros a partir del FVA.

Efectivamente, la planta motriz de Duckworth demostró ser excepcional y tuvo luz verde para crear el motor de F.1 a partir de la unión de dos bloques del FVA de cuatro cilindros en línea. Así nació el Ford Cosworth DFV, un V8 a 90° de 2.993 cm³ que desarrollaba algo más de 400 caballos a 9.000 RPM. Con un peso de 168 kilos no era de los más potentes frente a los V12, pero sí uno de los más confiables.

El debut del nuevo Ford Cosworth DFV se produjo en el Gran Premio de Países Bajos de 1967, en la tercera fecha del torneo. El estreno fue soñado ya que los pilotos de Lotus fueron contundentes: Graham Hill se quedó con la pole position; mientras que Jim Clark ganó con más de 20 segundos de ventaja sobre Jack Brabham (Brabham-Repco).

UN MOTOR CONFIABLE Y ECONÓMICO

A partir de 1968 el motor dejó de ser exclusividad de Lotus y rápidamente fue adquirido por otros equipos porque era relativamente económico (se vendía a 7.500 libras esterlinas cada uno). Ese año el Ford Cosworth motorizó también a los autos de McLaren y Matra. En 1969 se sumó Brabham y en 1970, March y Surtees. Para 1971, 17 de los 25 autos de la categoría contaban con los DFV…

La exitosa etapa de este motor se cerró al final de 1983, 16 años después de su primera participación. En ese lapso el Ford Cosworth DFV consiguió 155 victorias, 12 títulos de pilotos y 10 Copa de Constructores.

EL FORD COSWORTH DFV A TRAVÉS DEL TIEMPO

Mientras escribía páginas en los libros de historia del automovilismo, Cosworth tuvo una vida corporativa ajetreada. United Engineering Industries (UEI) adquirió la compañía en 1980. Ocho años después UEI fue comprada por Carlton Communications, que absorbió también a Cosworth. En 1990 Vickers compró al preparador inglés y en 1998 se la vendió al Grupo Volkswagen, que decidió crear dos departamentos. Cosworth Racing, que ese mismo año fue vendida a Ford, y Cosworth Technology. En 2004 Ford optó por desprenderse  de Cosworth Racing y se la vendió a los empresarios estadounidenses Gerald Forsythe y Kevin Kalkhoven.

En la medida que la Fórmula 1 evolucionó sucedió lo mismo con los motores Ford Cosworth, aunque el preparador jamás logró repetir el éxito del DFV. En las 28 temporadas que siguieron la compañía de Costin y Duckworth creó otros 30 tipos de impulsores diferentes, algunos nacieron como evoluciones y otros para adaptarse a las normativas técnicas vigentes.

Sin embargo, ninguno de ellos igualó al DFV, que incluso tuvo sucesos en otras categorías y carreras míticas como las 24 Horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis. El más claro ejemplo es que esa treintena de plantas motrices lograron 21 triunfos en F.1 entre 1983 y 2013.

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EL FINAL DE UNA ERA

Ya en el Siglo XXI, Cosworth perdió protagonismo y su presencia solo estuvo supeditada a aquellos equipos de bajos recursos que le compraban sus fiables motores.

La etapa iniciada en 1967 se cerró en 2006, aunque después de un paréntesis de cuatro años el preparador inglés volvió en 2010 para motorizar a los nuevos equipos que se habían sumado a la categoría.

Finalmente, en 2013 Cosworth se retiró de la Fórmula 1 y concentró sus esfuerzos en la preparación de motores para otras categorías menos exigentes y diversos proyectos automotrices.

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