Un grito, un lamento y una maldición. Así puede resumirse la actuación del monegasco Charles Leclerc (Ferrari) en el Gran Premio de Francia de Fórmula 1, que lo tuvo como líder hasta que un error de conducción lo hizo despistarse y terminar contra las gomas de contención de la curva 11 del circuito de Paul Ricard.
Leclerc, que había largado desde la pole position, lideraba la prueba con cierta ventaja sobre el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) hasta que un descuido en la vuelta 18 lo obligó a abandonar.
“No puedo cometer estos errores. El acelerador no tiene nada que ver”, dijo Leclerc desconsolado en boxes, incluso antes de ver a su rival Verstappen lograr su séptimo éxito de la temporada.
“Llevo desde principios de año a un nivel muy alto, quizás el más alto de mi carrera. Pero si cometo estos errores, es inútil. Es inaceptable… Si al final del año perdemos el campeonato por 33 puntos, el que dejé en Imola y aquí, sabremos dónde los perdimos. Y sabremos que los he perdido”, afirmó.
Cuando a la temporada aún diez fechas, la ventaja de Verstappen sobre Leclerc es de 63 puntos, casi dos carreras y media.
[fvplayer id=”47″]QUÉ DICEN EN FERRARI
“Esto puede suceder cuando conduces al límite… Ciertamente no hay razón para culparlo. Es un juicio un poco injusto”, afirmó Mattia Binotto, responsable de Ferrari, cuando se le preguntó por los errores de Leclerc.
“Siempre hemos visto que Charles reacciona muy fuerte y bien cuando comete errores y estoy bastante seguro de que volverá a Hungría más fuerte y con más hambre”, agregó el team-manager.
Leclerc ha tenido tres retiros, todos mientras lideraba, frente al de Verstappen.