- Juan Manuel Fangio y Ayrton Senna, la amistad de dos grandes campeones
- McLaren-Lamborghini: la asociación que pudo cambiar la historia de la Fórmula 1
- La brillante primera vuelta de Ayrton Senna en el GP de Europa de 1993
El Gran Premio de Brasil de Fórmula 1 de 1993 fue uno de los momentos más emocionantes en la campaña del brasileño Ayrton Senna en la máxima categoría. El tricampeón estuvo a punto de no participar en esta carrera a raíz de su conflictiva relación con McLaren, con quien firmaba contratos carrera tras carrera por la falta de competitividad del equipo inglés, Afortunadamente, se llegó a un acuerdo y Senna estuvo en la que sería su última carrera ante su público…
Ayrton tenía una dura tarea ese fin de semana. La clasificación indicaba una gran superioridad de los coches de Williams, con el francés Alain Prost y el inglés Damon Hill marcando casi dos segundos de diferencia con respecto al piloto de la McLaren, que largaría en tercer lugar.
La esperanza de los brasileños fue una gran revolución en el clima en forma de una fuerte lluvia. En esas condiciones las posibilidades de Senna aumentaron frente a la fuerza de los coches del team de Grove.
Con toda el agua que cayó en Interlagos ese año, ocurrió de todo: nueve accidentes, tres colisiones (una de ellas entre Alain Prost y Christian Fittipaldi), cambio de neumáticos de lluvia a slick y la primera entrada del pace car (por ocho vueltas) después de oficialmente instituido en la F.1.
Para darle aún mayor dramatismo a la competencia, Senna sufrió una penalización por una maniobra arriesgada y perdió más de 10 segundos en boxes.
Cuando la lluvia paró y la pista comenzó a secarse, el brasileño demostró que su talento sobre un auto que no estaba para luchar adelante: superó a Hill y llevó a su McLaren hacia el triunfo. Pero no sin antes rezar para que el motor Ford no se apagara en las últimas vueltas, cuando la luz que indica la presión del aceite se encendió en el panel. El coche se detuvo a 50 metros de la línea de meta…
La victoria de Senna desató una fiesta. De hecho los otros pilotos se detuvieron ante la reacción del público, que invadió completamente el circuito para celebrar junto a su ídolo.
Después de cruzar la línea de meta, el auxiliar de carrera Marcelo Krause le entregó la bandera de Brasil a Senna, quien desfiló con ella en su McLaren.
La carrera fue una exhibición de habilidad y determinación por parte del brasileño, que se mantuvo firme ante las adversidades y logró cruzar la línea de meta en primer lugar.
Sin embargo, lo mejor aún estaba por venir. Durante la ceremonia del podio, Ayrton Senna recibió un premio extra: el saludo de su gran amigo Juan Manuel Fangio.