En el automovilismo, como en casi la mayoría de los demás deportes, resulta fundamental comprender lo más rápido posible que la formación y la capacitación son pilares fundamentales a la hora de plantearse seriamente el “querer ser piloto”.
Si tomamos como referencia a los corredores más destacados de la actualidad y de la historia del automovilismo, tanto nacional como internacional, encontraremos infinidad de casos de grandes campeones que se capacitan continuamente en las diversas áreas que hacen a un profesional.
Podemos nombras, entre tantos otros, los casos de Manu Urcera, que aún siendo un piloto de primera línea y campeón de una categoría nacional, todos los años realiza una temporada en Campos Racing para trabajar exhaustivamente en el aspectos físicos, cognitivos, conductivos y más.
También se puede mencionar al alemán Nico Rosberg, quien confesó que el año en el que se consagro campeón de la Formula 1 realizo durante toda la temporada un profundo y exhaustivo programa de capacitación actitudinal/mental. Eso, según relató, fue fundamental en el resultado final.
Cuando hablamos de formación no nos referimos a girar todo lo que se pueda en pista o a entrenar todo lo posible físicamente. También hay que complementar esas costumbres con profesionales o entidades que brinden información continua para una mejora permanente en la performance.
Apostando a la formación y a la capacitación se acortan pasos y se puede llegar a un techo de rendimiento que permite lograr mejores resultados lo más rápido posible. Si bien para “formarse” hay que invertir dinero, esta inversión generará mejoras y más rápidos resultados, haciendo que esa inversión sea la mejor alternativa posible.
Hay que comprender que no solo hay que enfocar la formación en lo que pasa en pista, sino también en lo que “rodea” la actividad automovilística. De esta manera, se conseguirán éxitos deportivos, pero también a nivel de salud física y mental y a nivel comercial.
Por ejemplo, un piloto con una correcta formación en el área de imagen y trato con la prensa será un piloto que generara más trascendencia y “engagement” con lo que haga o diga y, por consecuencia, más marcas se interesarán en ese piloto.
Las épocas van cambiando, no son mejores ni peores, sino diferentes. Nuestro gran Juan Manuel Fangio además de ser un tremendo conductor, era un destacado “tester/mecánico” y lograba sacar el 110% de cada elemento que utilizaba en su auto en una época donde no había marcas apoyando al automovilismo.
Hoy, el inglés Lewis Hamilton, el alemán Sebastien Vettel o el australiano Daniel Ricciardo son “marcas” en si mismos. Representan mucho más que una empresa, representan un “aspiracional” que hace que millones de personas quieran saber de ellos, no únicamente por lo que hacen en la pista, sino también con su vida fuera de ellas. Allí muchas marcas quieren asociarse con ellos para poder llegar a ese público.
La formación y capacitación nos hará ganar siempre, no únicamente carreras, sino transformarnos en nuestra mejor versión, y esto es absolutamente impagable.