Juan María Traverso tuvo un lugar bien ganado en la historia del automovilismo argentino. El Flaco se cansó de ganar carreras y campeonatos en las principales categorías de nuestro país. Fue siete veces monarca del TC2000, otras seis del Turismo Carretera y también ganó tres coronas en el Top Race. Según las estadísticas, triunfó en 155 competencias (además de las tres citadas, festejó en el Club Argentino de Pilotos, el Rally Nacional, el Turismo Italiano y el Desafío de los Valientes).
Pero su leyenda no solo está basada en esos éxitos, sino también en ciertas proezas como cuando venció en el Turismo Competición en General Roca con la cupé Fuego en llamas en 1988. Incluso por salir ileso de dos espectaculares accidentes en 1998…
El primero tuvo lugar en Mar de Ajó, el 8 de febrero en el marco de la primera fecha del torneo del TC. Ocurrió en la vuelta 22 de la Final, cuando venía en plena remontada después de entrar a los boxes para cambiar una goma. A poco de encarar el giro 23º, Traverso entró pasado en la última curva y se fue directo contra el paredón.
Juan María Traverso (1950-2024): El adiós a una leyenda del automovilismo argentino
El impacto fue tal que al Falcon violeta se le “borró” la parte trasera. Afortunadamente, Traverso y Julio Catalán Magni, su acompañante, no sufrieron ni un rasguño. Un dato no menor: aquel incidente fue en su primera carrera de regreso a Ford, tras su exitosa etapa con Chevrolet…
A los pocos meses, el de Ramallo volvió a protagonizar otro episodio que dejó con la boca abierta a más de uno. Fue el 31 de mayo durante la segunda carrera del fin de semana del TC2000 en autódromo de Olavarría.
Después de ser tocado por Walter Hernández, Luciano Crespi se cruzó mientras Traverso, por el otro lado, trataba de superar al del Polo. Con Hernández siguiendo su línea, Crespi no pudo evitar embestir al Flaco, cuyo auto voló por el aire y cayó destruído lejos de los límites de la pista.
“No me acuerdo cuántas vuelta dí, pero fueron muchas. Quedé algo shockeado por el golpe porque fue muy fuerte. Creo que Walter se equivocó… Es de hacer maniobras peligrosas como ésta; en ocasiones le salen bien, pero en otras, pasa lo que sucedió”, dijo el múltiple campeón en aquel momento.
Cómo habrán marcado la vida de Juan María Traverso estos incidentes que los tenía muy presentes en su casa de Ramallo y en un lugar singular: el baño principal. ¿El motivo? “Son los dos cagazos más grandes que tuve y, obviamente, tenían que estar acá”. Un Flaco auténtico.