Cinco títulos mundiales, los dos primeros campeonatos de Fórmula 1 de la historia, 11 triunfos en la Mille Miglia, 10 victorias en la Targa Florio y cientos de otros éxitos en las categorías Sport y Turismo: la historia deportiva de Alfa Romeo en carretera y en pista es bien conocida. La que son menos sabidas son las páginas que escribió sobre el agua…
Es que las tecnologías e innovaciones desarrolladas por Alfa Romeo también se utilizaron en la motonáutica, un deporte tan emocionante como las carreras de coches y capaz de entusiasmar al público.
De los años ‘20 a los años ‘80, Alfa Romeo también fue uno de los protagonistas absolutos en este campo. Los motores aeronáuticos y de coches, tanto de serie como de carreras, se adaptaron para un uso marino, derivados no solo de los legendarios Alfetta durante y después de sus carreras automovilísticas, sino también del Giulietta, Giulia GTA, Montreal, 2600 y otros.
Entre récords y títulos mundiales, europeos e italianos en las distintas categorías, Alfa Romeo ganó en el agua casi tanto como en la pista y en la carretera. Logró 11 récords mundiales, seis campeonatos del mundo, siete campeonatos europeos y nueve campeonatos italianos y cinco medallas de oro del Comité Olímpico Nacional Italiano.
En el campo de la motonáutica, los motores que se adaptaban para un uso marino a menudo se producían exclusivamente de forma temporal y eran gestionados en los circuitos de carreras directamente por el departamento de carreras de Alfa Romeo.
El Arno II, una aerodinámica lancha construida por los astilleros Picchiotti en Viareggio en 1946, fue originalmente concebido para el Alfetta 158. Este motor de 450 CV que le brindó a Alfa Romeo su primera victoria de Fórmula 1 en 1950 ya había ganado tres campeonatos del mundo en el agua, conquistado un título italiano, batido el récord mundial de velocidad y mucho más, con Achille Castoldi como piloto.
Precisamente Castoldi obtuvo a partir de 1938 el uso en exclusiva del motor 158 en competiciones motonáuticas. Y en 1943, también fue quien salvó algunos de los Alfetta escondiéndolos en su granja de Abbategrasso, al abrigo de los bombardeos y las requisas de guerra.
La lancha Arno II también fue pilotada por Achille Varzi, que pudo subir al podio de la Copa Luino en 1948. A finales de 1949, con la llegada de los revolucionarios “tres puntos”, se prescindió de la Arno II, ya sin motor, y nunca se volvió a utilizar. Pero el motor ciertamente no se retiró: en su versión de carretera ganó los dos primeros títulos de la historia de la Fórmula 1, en 1950 con Nino Farina y luego en 1951 con Juan Manuel Fangio.
Cuando al año siguiente Alfa Romeo se retiró de la F.1, comenzó una nueva y extraordinaria aventura para el motor del Alfetta. Laura 1°, Moschettiere, Tamiri y Laura 3°, esta última incluso propulsada por dos motores Alfetta en línea, escribieron páginas memorables en la historia del deporte, con estrellas como Mario Verga, Ezio Selva y el propio Castoldi, que acumularon victorias en carreras y récords de velocidad.