El inicio de la edición 2025 del Rally Dakar, que se disputa en Arabia Saudita, quedó marcada por el abandono: Carlos Sainz, nada menos que el campeón defensor. El Matador, junto a su navegante Lucas Cruz, sufrieron un aparatoso vuelco en la primera parte de la 48 Chrono Stage, la segunda etapa de la prueba dividida en dos jornadas. Si bien la pudieron completar, al llegar al campamento de Bisha la Federación Internacional del Automóvil le bajó el pulgar a la Ranger Raptor del español por los daños sufridos en la jaula de seguridad del vehículo.
Aunque Ford aseguró que el daño podía repararse y mejorar la seguridad, la FIA decidió no permitir su continuidad, citando el reglamento. Este hecho ha generado un intenso debate sobre la interpretación de las normas y la rigidez de su aplicación.
La marca del óvalo anunció la decisión con un comunicado que dejó entrever su descontento: “Debido a los daños sufridos en la jaula de seguridad del vehículo Nº 225 (Carlos Sainz y Lucas Cruz) durante el accidente en la primera parte de la etapa de 48 horas del Rally Dakar 2025 y de acuerdo con el reglamento de la FIA, se ha decidido retirar el vehículo”.
El punto de discusión entre Ford y la FIA fue la interpretación del reglamento respecto a la reparación del arco de seguridad. Si bien las normas permiten que solo el fabricante del vehículo realice dichas reparaciones, algo que Ford cumple, la FIA sostiene que “reparar” se limita estrictamente a soldar las partes dañadas. En este caso, Ford proponía soldar y añadir una pieza adicional. Según los ingenieros de M-Sport, esta intervención no solo cumpliría con las especificaciones técnicas, sino que incluso aumentaría la seguridad del vehículo. A pesar de estas garantías, la FIA mantuvo una postura inflexible, lo que derivó en la exclusión del coche de la competición.
CARLOS SAINZ: “QUIZÁ HAYA QUE SER UN POCO MÁS FLEXIBLES”
Sainz no ocultó su frustración tras conocerse la decisión: “Cuando hemos llegado aquí, la FIA ha inspeccionado un poco más el coche, y han visto que una de las barras antivuelco estaba muy ligeramente dañada. El equipo ha dicho que era muy sencillo de reparar, pero la FIA no ha querido tomar ningún riesgo. En ese sentido, quizá esta carrera, sobre todo teniendo la garantía de alguien como Ford, debería ser un poco más flexible”, comentó el piloto español.
Añadió también que su desilusión es profunda, pero asume la realidad de las carreras: “Me encuentro muy decepcionado, una de las grandes decepciones de mi carrera, pero, al final, peino canas, y sé que las carreras son así, unas veces salen y otras no. Luego, si me quedo en casa, seguro que no pasa nada, y lo único que deseo es que… me da rabia por Ford, por el equipo, por no poder sacar conclusiones, probar el coche, tener más experiencia”.
El múltiple campeón del WRC y el Dakar también hizo autocrítica sobre el accidente que desencadenó esta situación: “Yo no me escondo. Es un error mío porque al final entré a 20 km/h en una duna tan profunda que era lo suficientemente rápida como para volcar. No hay que buscar excusas. Si estuviese en Madrid sentado en un sofá, está claro que no me pasaría…”.
Sainz regresará a Madrid para someterse a chequeos médicos debido a molestias en la espalda tras el accidente, dejando una edición del Dakar que recordará por mucho tiempo, aunque no de la forma deseada.