El español Carlos Checa será uno de los tres pilotos al volante del Astara Team 01 Concept en el rally Dakar 2023, junto a sus compatriotas Óscar Fuertes y Laia Sanz. Con este vehículo sostenible, el ex piloto de MotoGP y el Mundial de Superbikes da un paso adelante en prestaciones con respecto al que llevó en su debut en el Dakar 2022.
Acostumbrado a luchar por la última milésima en circuitos de todo el mundo, Checa asegura que lo que más le ha costado aprender es a no llevar las prestaciones del vehículo al máximo en una carrera de resistencia como es el Dakar, donde los errores se pagan caros. “Mentalmente, lo que más me cuesta es no poder ir todo lo rápido que en realidad podría”, asegura. Tras el aprendizaje del año pasado, cree que ha encontrado el equilibrio necesario entre velocidad, fiabilidad y riesgo.
Otra de las claves del Astara Team es su fuerte compromiso con la sostenibilidad, gracias al uso de un combustible sintético que reduce en un 90% las emisiones nocivas a la atmósfera en comparación con un combustible tradicional. Para Checa, esta opción es “muy interesante y debe desarrollarse”, pues evitaría sustituir todo el parque móvil actual.
-¿Qué es lo que te ha llevado a apostar por el proyecto del Astara Team para el Dakar 2023?
-Es un proyecto que me entusiasma, de palabras mayores, con la capacidad de ir creciendo en el Dakar. Este año podemos estar en unas posiciones más respetables en comparación con donde estuve en la edición de 2022, en mi debut. Ahora, con un mejor equipo y un copiloto con más experiencia, como es Marc Solà, creo que podemos estar a un nivel superior y por eso vuelvo al Dakar.
-¿Qué sensaciones has tenido al volante del Astara 01 Concept en los test que has realizado?
-Desde mis primeros test, me gustó muchísimo. Es un coche muy distinto al que piloté el año pasado. Tengo poca experiencia en el Dakar, especialmente con este coche, pero nada más subirme noté que las prestaciones eran muy superiores. Eso me da mucha confianza de cara a este Dakar. Creo que podemos aspirar a conseguir mejores resultados, sin duda alguna.
-¿Qué ha sido lo más difícil en tu paso de las motos de circuito al Dakar?
-No voy a decir que sea fácil pasar de las motos al coche, pero es relativamente asumible. ¡Poner dos ruedas siempre es más fácil! Básicamente, lo más complicado es la adaptación al tipo de carrera. Yo estoy acostumbrado a participar en carreras cortas, de velocidad, y a ir a buscar la última milésima. En un tipo de carrera como el Dakar, debes tener velocidad, pero no debes ir al límite. Poco a poco, sobre todo después del Dakar del año pasado, empiezo a encontrar ese punto de equilibrio entre velocidad, conservar la mecánica y el mantenerme alejado de los errores.
-Tienes nuevos compañeros de equipo, Óscar Fuertes y Laia Sanz, ¿cómo te llevas con ellos?
-¡Genial! A Laia la conozco desde hace muchísimos años, y la admiro mucho por su increíble trayectoria desde las motos. Siempre que hemos coincidido en algún evento nos lo hemos pasado muy bien. Por otro lado, a Óscar le conocí el año pasado en el Dakar y también nos llevamos muy bien desde entonces. Tener una buena relación es clave también para luchar por un buen objetivo conjunto, que es lo que haremos en tan solo unas semanas.
-El Astara Team tiene un fuerte compromiso con la sostenibilidad, gracias al uso de un avanzado combustible sintético de proporción 90%. ¿Crees que este tipo de combustible es el futuro?
-Creo que es una alternativa muy interesante porque no exige cambiar ni la mecánica ni el tipo de motor que se utiliza en la actualidad. Adaptar todo el parque móvil a otra tecnología es algo que puede llevar mucho, mucho tiempo. En cambio, el e-fuel es una opción muy interesante, que debe desarrollarse, ya que en la actualidad el precio es alto. Creo que puede ser la mejor alternativa a los combustibles tradicionales. Utilizándolo en el Dakar demostramos que es perfectamente viable.
-Este año trabajas con un nuevo copiloto, Marc Solà, ¿cómo es tu relación con él?
-Es muy buen chaval y tiene mucha experiencia. Nos entendemos muy bien, algo que es clave en una carrera como esta. Necesitaremos un tiempo de adaptación, porque las relaciones entre piloto y copiloto se forman con el tiempo, pero tenemos una buena base.
-¿Qué objetivos te marcas para el Dakar 2023?
-El objetivo es hacerlo mejor que el año pasado y mantener un rendimiento alto desde el principio hasta el final. Hablar de objetivos y de números es como jugar a la lotería, porque no sé a qué nivel estaremos nosotros en comparación con el resto de rivales. Estaré satisfecho si cada jornada damos el máximo, cometemos pocos errores y aprovechamos las posibilidades tanto de nuestras habilidades como de las prestaciones del equipo y del coche.