El CUPRA e-Racer, campeón del PURE ETCR -antecesor del FIA ETCR– el año pasado y primer turismo de competición eléctrico del mundo, exige el máximo a los pilotos.
Pesa alrededor de 1.575 kilogramos y sus cuatro motores eléctricos le permiten desarrollar una potencia total de 680 CV (500 kW), lo que le convierte en uno de los turismos de competición más potentes del mundo. Con un par máximo de 960 Nm, acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanza 270 km/h de velocidad máxima.
Debido a estas características, su conducción es totalmente diferente a la de cualquier otro vehículo de competición, hasta el punto de ser “brutal e incomparable”, según explica el español Jordi Gené, piloto de CUPRA en el FIA ETCR.
“¡No hay nada comparable! Es un coche muy distinto. Los monoplazas con los que yo corrí son la antítesis del e-Racer, porque tienen poca potencia y poco peso. Podría llegar a compararse con los GT, pero aquellos eran coches ligeros y con mucha potencia”, explica Gené.
“Es un coche difícil, porque tiene un rango de uso óptimo del neumático muy estrecho, de una vuelta o quizás dos, lo cual es muy exigente. Al ser muy pesado, si no entras muy fuerte, no gira bien. Y si te pasas, te vas fuera de la pista”, asegura Gené, que ha sido parte del desarrollo del e-Racer desde sus inicios.
El CUPRA e-Racer ha ayudado a la marca española a desarrollar el CUPRA UrbanRebel Concept, un prototipo que tendrá su versión de serie en 2025.
El CUPRA UrbanRebel Concept es el reflejo de la transferencia tecnológica de la competición a la carretera. Este modelo cuenta con hasta 435 CV (320 kW) de potencia máxima y acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos.
Ha sido diseñado para minimizar la resistencia con grandes entradas y salidas de aire y un spoiler de gran tamaño. Este diseño, en el que la aerodinámica se ha enfatizado al máximo, le permite rodar con mucho agarre pegado al asfalto y realizar trazadas en curva sin perder ni un ápice de estabilidad.