Cuando hablamos de Adrian Newey, lo primero que viene a la mente es el genio detrás de los autos más exitosos de la Fórmula 1. El tipo que con un lápiz, papel y un poco de magia, ha creado máquinas que parecen sacadas de una película de ciencia ficción. Ahora, tras su histórica salida de Red Bull, el ingeniero británico ha aterrizado en Aston Martin, y lo ha hecho por la puerta grande, con un contrato que ni siquiera los pilotos de la F.1 pueden soñar.
UN SUELDO QUE LO PONE ENTRE LOS MÁS GRANDES
Newey se va a llevar a casa un sueldo que, para ser honestos, pocos en el mundo de la F.1 podrían justificar, pero que él, sin lugar a dudas, se ha ganado. Según RCN365, Aston Martin lo ha fichado por cinco años con un salario de 150 millones de dólares. Eso se traduce en 30 millones de dólares anuales, un número que lo coloca en el Top 4 de los mejor pagados de la máxima categoría, justo por debajo de los pesos pesados Max Verstappen (u$s 65.000.000), Lewis Hamilton (u$s 60.000.000) y Charles Leclerc (u$s 34.000.000).
Ahora bien, lo curioso de todo esto es que este sueldo no está sujeto al límite presupuestario que todas las escuderías deben respetar. ¿Y qué significa esto para Aston Martin? Bueno, que el equipo de Lawrence Stroll ha hecho una jugada maestra para traer a uno de los ingenieros más talentosos de la historia de la F.1, con un contrato que, de entrada, lo convierte en uno de los fichajes más valiosos de la historia reciente de este deporte.
El gran misterio detrás de este contrato es si el sueldo de Newey incluye o no un paquete de acciones de la marca Aston Martin, algo que se rumorea podría estar dentro de las negociaciones. Lawrence Stroll es conocido por sus jugadas estratégicas y su habilidad para asociarse con figuras clave de la industria, y dar acciones a Newey sería un movimiento lógico para asegurar el futuro a largo plazo del equipo. Si esto es cierto, entonces el salario de Newey no es solo una cifra para impresionar a los medios, sino una inversión a largo plazo tanto para él como para Aston Martin.
EL LEGADO DE UN GENIO
El nombre de Adrian Newey está entrelazado con algunos de los más grandes logros de la Fórmula 1. Ha ganado un total de 25 títulos mundiales: 12 de constructores y 13 de pilotos. Lo impresionante de su carrera es que, a pesar de haber convivido con las dinastías de Michael Schumacher y Lewis Hamilton, Newey ha sido el arquitecto del éxito de siete pilotos diferentes. Si de algo no hay duda es que, con su talento inigualable, Newey ha sido una de las piezas clave para que algunos de los pilotos más exitosos de la historia se coronaran campeones del mundo.
Desde sus días en Williams, donde contribuyó a los campeonatos de Nigel Mansell, Alain Prost, Damon Hill y Jacques Villeneuve, hasta sus momentos dorados en McLaren y Red Bull, donde trabajó con pilotos como Mika Hakkinen, Sebastian Vettel y Max Verstappen, Newey ha dejado su marca en cada equipo y en cada coche con el que ha trabajado. Y no solo eso, también ha demostrado tener un ojo clínico para reconocer el talento, guiando a pilotos hacia la gloria mientras él mismo mantenía el perfil bajo.
¿POR QUÉ ASTON MARTIN?
La decisión de Newey de abandonar Red Bull no fue fácil. Tras años de éxitos rotundos, con un dominio absoluto en la F.1, el ingeniero decidió dar un paso hacia un nuevo desafío tras un 2024 convulsionado en el team austríaco. Aunque fue tentado por Ferrari, aceptó la oferta de Aston Martin, un equipo con grandes ambiciones que aún no ha logrado concretar su potencial.
Con Fernando Alonso como líder, la escudería aspira a llegar a lo más alto, y Newey, con su conocimiento y experiencia, es la pieza que faltaba en el rompecabezas. Si hay algo que está claro es que su llegada no será solo un cambio de equipo, sino una revolución para Aston Martin.
Si algo nos ha enseñado la Fórmula 1 a lo largo de los años, es que el dinero no siempre lo es todo. El talento, la visión y la capacidad de innovación son las verdaderas claves del éxito. Adrian Newey, con sus años de experiencia y su probada habilidad para crear autos que no solo son rápidos, sino casi indestructibles, es la prueba de ello.
Su salario de 30 millones anuales es solo una cifra que refleja su valor en el paddock de la Fórmula 1. Pero más allá del dinero, lo que realmente cuenta es lo que Newey traerá a Aston Martin: innovación, sabiduría y un legado de victorias que podría, por fin, colocar al equipo en la cima.
