Sandro, uno de los fundadores del rock en español en América Latina, protagonizó varias películas a lo largo de su trayectoria y una de ellas lo tuvo arriba de un auto de carreras. Fue en “Siempre te amaré”, estrenada en 1971. En este film el recordado Roberto Sánchez se puso en la piel de Fernando Andrade, un piloto admirado por las multitudes, odiado por sus rivales y venerado por las chicas.
Andrade, de un temperamento audaz y rebelde, comienza a tener un amorío con Elisa, la hija del dueño de su equipo. Fernando la toma como un pasatiempo más y sigue coqueteando con medio mundo, pero su patrón decidió castigarlo y de ahí en más su vida inició una espiral de desastres, con un accidente incluido que lo dejó ciego y postrado en una silla de ruedas, en donde al final del túnel conocerá el verdadero amor.
A través de esta película dirigida por Leo Fleider y que también protagonizaron Elena Sedova, Olinda Bozán y Marcos Zucker, el afamado Gitano combinó velocidad, música y romance. Sin dudas, una receta infalible al momento de captar el interés de la gran cantidad de fans.
“Siempre te amaré”, además, llevó el automovilismo a la pantalla grande ya que Andrade “competía” en el extinto Sport Prototipo. Por eso el público pudo ver varias secuencias de la categoría durante diferentes carreras de su campeonato. El doble de riesgo de Sandro en las tomas de acción fue Carlos Alberto Pairetti, campeón de Turismo Carretera en 1968 y gran amigo del cantante.
Durante la filmación, Pairetti tenía prohibido prestarle los autos de carrera a Sandro, quien siempre le insistía para sentir la adrenalina en primera persona. Pairetti desistió varias veces, pero ante la insistencia de su amigo no tuvo otra que ceder. Claro, sin imaginarse que Sandro tendría un aparatoso accidente, que luego fue parte de la película.
“Le di un Sport Prototipo con volante a la derecha. La primera vuelta pasó bien, despacio; la segunda ya iba más rápido. En la tercera vuelta, en la curva 5 del Cabalén, se estrelló contra el guard rail y volcó. Quedó debajo del auto. No me alcanzaban las patas ni el auto que agarré para llegar a la curva a ver si le había pasado algo a él, porque el auto se arreglaba. Por suerte no le pasó absolutamente nada. ‘¿Te diste cuenta que no es para todos lo que hago?’, le dije. “Es lo mismo que yo me pusiera a cantar, acá hay que saber manejar”, recordó hace un tiempo Il Matto.
“Siempre te amaré” fue todo un éxito. Como también lo fueron las otras 12 películas protagonizadas por el “Elvis argentino”, quien se convirtió en leyenda el 4 de enero de 2010 cuando falleció a los 64 años.