Quienes tienen adolescentes en la familia saben que es recurrente que, al cumplir 16 años, quieran sacar el registro y usar el vehículo y es algo que preocupa a los padres por el bienestar de sus hijos e hijas.
Es necesario que los adultos mayores estén atentos a ciertos parámetros antes de decidir la autorización para que el adolescente maneje. Hay que saber que para poder conducir se necesitan ciertas habilidades cognitivas, como la capacidad de atención a los estímulos de la calle, ya que es una actividad compleja que requiere experiencia y coordinación de la percepción, memoria, anticipación y evaluación de acciones.
Además hay que tener en cuenta que los adolescentes aprenden de lo que observan de su entorno más cercano es por esto que el adulto debe comportarse responsablemente frente al volante.
Según el estudio del Instituto de Seguridad y Educación vial en el 2019, se registró que el 39% de las muertes en accidentes de tránsito involucran a personas de entre 16 y 30 años, en donde el 43% de los siniestros corresponde a conductores de entre 17 y 30 años de edad.
Teniendo en cuenta estos datos es necesario recomendar que los adultos tengan en cuenta varios puntos antes de decidir si el adolescente puede o no manejar.
- Los jóvenes son el grupo etario que corre más peligro frente al volante
- El tránsito de Argentina es de alto riesgo
- Cada persona es diferente y hay que evaluar si está preparado para tomar esa responsabilidad
- Acompañar al menor dentro del auto dentro del proceso de aprendizaje