La Carrera Panamericana transitaba recién por su cuarta edición cuando Juan Manuel Fangio inscribió su nombre como ganador. En aquella versión de 1953 de la joven competencia el balcarceño logró la victoria con un Lancia D-24/25 Sport pese a que era piloto Maserati en la Fórmula 1. Pero la del Chueco no fue la única presencia argentina en esta prueba. Todo gracias a la actriz inglesa Jacqueline Evans…
Nacida como Grace Alice Evans Antrobus en Islington, cerca de Londres, Jacqueline Evans se radicó a mediados de la década de 1940 en México tras enamorarse del torero Fernando López.
En su nueva tierra continuó con su campaña artística, por lo general interpretando a una “gringa” por obvias razones. También actuó en algunas películas de Hollywood, aunque sin lograr destacarse.
Como muchas mujeres de su época, Jacqueline Evans amaba la velocidad y los autos, una pasión que alimentaba corriendo en cuanto competencia había. Obviamente, la Carrera Panamericana la tuvo como una de sus protagonistas desde su primera edición en 1950.
Aunque no logró resultados rutilantes en sus intervenciones, muchos la recuerdan por su participación en aquella edición que ganó Fangio. No tanto por su actuación (abandonó), sino por el homenaje que le rindió a Eva Duarte de Perón, quien había fallecido el 26 de julio de 1952.
Para aquella aventura de 1953 Evans enfrentó la exigente competencia por suelo azteca sobre un Porsche 356, el primer auto producido en serie por la compañía alemana. Lo decoró pensando en Evita, a quien admiraba mucho. No solo por compartir la profesión de actriz, sino por poner a la mujer en un primer plano dentro de la sociedad.
El capó del Porsche de Evans tenía el rostro de la esposa de Juan Domingo Perón; mientras que en los laterales había colocado dos leyendas: “En memoria de Eva Perón” y “En representación de las mujeres del mundo”.
Coincidencias o no, poco después de aquella Carrera Panamericana de 1953 en la que Evans le rindió tributo a Eva Perón, se promulgó en México el derecho femenino al sufragio, algo que se hizo efectivo dos años después.