La edición 2022 del rally Dakar aún no ha comenzado y ya está la primera polémica, que además promete tener varios capítulos a lo largo de la prueba que se realizará del 1 al 14 de enero en Arabia Saudita.
Se trata de la prestación del Audi RS Q e-tron, la gran novedad de esta edición que se destaca del resto de los autos de la categoría mayor (T1+) por ser eléctrico. Según el español Carlos Sainz, uno de los pilotos del equipo Audi, la normativa técnica no premia a aquellos que apuestan por esta nueva tecnología, sino al contrario…
“Se decía que a los constructores que iban a participar con estas nuevas tecnologías se los iba a recompensar con más recorrido de suspensión, algo más de potencia, pero todo eso se ha quedado en nada”, disparó el Matador, ganador del Dakar en 2010, 2018 y 2020.
“El resultado es que corremos con una tecnología complicada, súper difícil, con un peso mínimo que no podemos alcanzar, pero en igualdad de potencia y en otras cosas. De lo que iba a ser en un principio, de premiar a aquellos que tuviesen el valor de usar esta tecnología, a lo que ha quedado, me decepciona”, afirmó.
“No puedo decir los motivos por lo que esto ha cambiado… No he estado en esa reunión”, le respondió el madrileño a Automundo. “Solo sé que en un principio había ciertas ventajas para quien tuviese el valor e ir en esta dirección y al final no hemos obtenido nada de nada y nos encontramos, como era de esperar, con un vehículo más pesado en comparación del resto”.
La opinión de Sainz contrasta con la de otros rivales, como el qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) o su coterráneo Nani Roma (BRX), quienes afirman que los Audi eléctricos aprovecharán más la entrega de potencia instantánea que el resto y también su buena aceleración.
Sin dudas, todos estos interrogantes se revelarán el próximo sábado cuando se ponga en marcha una nueva edición de la carrera más dura del mundo.