El FBI determinó que la soga encontrada en el garaje de Bubba Wallace, único piloto afroamericano de la serie NASCAR, en el circuito de Talladega (Alabama) había estado en ese lugar desde finales de 2019, por lo que no presentará cargos contra nadie.
“El FBI ha completado su investigación en el circuito Superspeedway de Talladega (Alabama) y determinó que Bubba Wallace no fue el objetivo de un crimen de odio”, dijo la categoría en un comunicado.
“El informe del FBI concluye, y las pruebas fotográficas lo confirman, que la cuerda de la puerta del garaje a modo de soga ha estado colocada allí desde el pasado otoño. Esto fue obviamente mucho antes de la llegada del equipo 43 y la asignación del garaje”, aclaró.
“Apreciamos la rápida y exhaustiva investigación del FBI y estamos agradecidos de saber que esto no fue un acto intencional y racista contra Bubba”, señaló el parte.
El pasado domingo, la NASCAR había denunciado que se encontró la soga en el garaje de Wallace en las horas previas a la prueba GEICO 500 en Alabama, lo que motivó la investigación del FBI.
El hallazgo estremeció al mundo deportivo estadounidense y generó numerosas muestras de solidaridad con el piloto, que en las últimas semanas fue una de las caras más visibles de apoyo al movimiento contra el racismo Black Lives Matter (La vida de las personas negras importa).
Un total de 15 agentes del FBI participaron desde el lunes en las pesquisas realizando numerosas entrevistas y revisando pruebas documentales, dijeron este martes en un comunicado conjunto el agente especial a cargo de la investigación, Johnnie Sharp, y el fiscal general para el Distrito Norte de Alabama, Jay E. Town.
“Aunque ahora se sabe que la soga estuvo en el garaje número 4 ya desde octubre de 2019, nadie podía saber que el Sr. Wallace sería asignado al garaje número 4 la semana pasada”, señaló el texto. “Después de una revisión exhaustiva de los hechos y las pruebas que rodean este evento, hemos concluido que no se cometió ningún delito federal”.
Wallace, de 26 años, fue uno de los muchos deportistas estadounidenses que se manifestaron contra el crimen del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco de Minneapolis el 25 de mayo, que desencadenó la mayor ola de protestas contra el racismo en el país de las últimas décadas.
Menos de dos semanas atrás, el piloto también había sido una figura clave para convencer a la NASCAR de que prohibiera la bandera confederada en sus circuitos e instalaciones, al ser asociada por muchos con el racismo y la esclavitud en Estados Unidos.
La carrera de Alabama, que permitía el acceso a cinco mil espectadores, era el primer gran desafío para la prohibición de la bandera confederada, que hasta ahora ha sido un elemento habitual en los circuitos de la NASCAR particularmente en el sur del país.
Aplazada el domingo por el mal clima, el inicio de la carrera el lunes se convirtió en una muestra masiva de respaldo de los pilotos a Wallace, visiblemente conmovido.
El piloto recibió el apoyo de sus rivales que escoltaron su coche hacia la línea de salida y posteriormente lo abrazaron.
“Estamos enojados e indignados y no podemos enunciar más firmemente cuan seriamente nos tomamos este acto atroz (…) No hay lugar para el racismo en NASCAR”, había dicho la división el domingo en un comunicado.
Numerosos deportistas manifestaron también su apoyo a Wallace en las últimas horas, incluidos el piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton y la superestrella de la NBA LeBron James…