“El tour Berlín y la cultura del automóvil surgió de la inquietud de combinar dimensiones y atravesarlas en un recorrido fuera del circuito turístico tradicional”. Con estas palabras el periodista argentino Martín Sacán resume su propuesta de recorrer la capital de alemana y admirarla desde otro punto de vista.
Estrenado en octubre de 2019, Berlín y la cultura del automóvil se interrumpió por la pandemia del COVID-19, pero ya está nuevamente activo a través de la plataforma Airbnb, que además de alojamientos ofrece experiencia.
“El recorrido es bastante arbitrario. Lo armé pensando en repasar la historia del automóvil en paralelo a la de Berlín, una ciudad que todo el tiempo te recuerda su pasado de bombas e intolerancia, pero también de vibrante transformación”, afirma Martín.
La visita guiada consta de cuatro estaciones. Comienza muy cerca de donde Karl Benz fue a buscar, en enero de 1886, la patente del considerado primer automóvil de la historia. Allí, en la que es una de las plazas más emblemáticas de Berlín, se repasa el nacimiento del invento y el contexto de la época.
A los pies de una réplica del primer semáforo instalado en Alemania (el original fue destruido por los bombardeos de 1945) se reflexiona sobre rápida expansión del invento y la fiebre que desató por la velocidad.
Luego, cruzando a un lado y otro del ex Muro de Berlín, la segunda parada es un salto al futuro. En un showroom de Tesla los asistentes pueden subirse a algunos de los autos más tecnológicos de la actualidad, en una experiencia que se combina con información sobre movilidad eléctrica, conducción autónoma y vehículos compartidos.
El tour continúa en los márgenes de la ciudad, en una zona a la que rara vez acceden los turistas. Lo que a simple vista parece una autopista y unas tribunas abandonadas, esconden las ruinas de uno de los autódromos más veloces y peligrosos del siglo XX: el temible Avus.
“Tuve que ir varias veces para entender dónde estaba exactamente el trazado y la mítica Curva Norte, sobre la cual en la década del 30 flameaba la bandera nazi. A la gente le cuesta entender que ahí, hace más de 80 años, los Flecha de Plata superaban los 300 km/h”, explica Martín. Todo el recorrido, y en especial esta etapa, es complementado con fotos históricas, registros de la época y videos documentales.
Por último, en la cuarta estación del recorrido, los visitantes conocen un viejo taller de tranvía hoy convertido en un centro de reparación de autos clásicos. Allí se disfrutan los mejores ejemplares de Ferrari, Porsche, Maserati, Aston Martin y Lamborghini que hoy viven en Berlín.