La Fórmula 1 vuelve a la acción este fin de semana con el Gran Premio de Azerbaiyán, que se realizará en el circuito de Bakú. Además de ser un desafío para los pilotos, la pista emplazada en el centro histórico de la ciudad también exige al máximo a las unidades de potencia. Así lo dejó claro Nicola Bariselli, gerente de operaciones de Ferrari.
“Dadas las características del circuito, la unidad de potencia debe ser polivalente: de hecho, debe poner a los pilotos en condiciones de tener un buen manejo en mixto y lento, sin derrochar energía, que en cambio es todo lo necesario para afrontar las largas rectas”, explicó el ingeniero.
“La potencia pura es también fundamental, sobre todo por las cualidades de aceleración que se requieren a la salida de las muchas curvas de baja velocidad, tanto en la búsqueda de una sola vuelta como en carrera”, añadió.
El GP de Azerbaiyán transcurre en un circuito que está por debajo del nivel del mar y en un entorno que suele ser muy ventoso, en consecuencia estas condiciones también afectan el rendimiento de los motores. “Las condiciones ambientales tienen un impacto significativo en la optimización del paquete vehículo/unidad de potencia”, indica Bariselli
“Las variaciones en la intensidad y dirección del viento pueden dar lugar a diferentes condiciones de funcionamiento tanto en la velocidad de circulación de las curvas (y por tanto también en relación al régimen de par y uso de las marchas) como en la duración de la recta. Puedes imaginar fácilmente cuánto cambia el rendimiento, por ejemplo, en la recta final, si el viento es de cola o de frente. La diferencia se puede medir en varias décimas de segundo”, concluyó.