El aclamado diseñador argentino Alfredo Häberli, radicado en Suiza desde hace tiempo, ha colaborado con Centro Porsche Zúrich para crear una obra de arte sobre ruedas. El Porsche 356 SC de 1964 pintado a mano se presentó en el concesionario de la marca el pasado 1 de abril y será subastado en diciembre con fines benéficos.
Nacido en Buenos Aires en 1964, Häberli se mudó a Suiza en 1977, donde obtuvo una licenciatura en diseño industrial en la Escuela Superior de Diseño de Zúrich. En la actualidad es un profesional reconocido internacionalmente y tiene su propio estudio en el barrio Seefeld, en Zúrich. Häberli es conocido por su trabajo contemporáneo, que evita las tendencias e irradia una calidad sólida y duradera.
Su último proyecto persigue un doble objetivo. Por una parte, pretende apoyar el arte y la cultura en Suiza; por otro, quiere preservar la tradición de la artesanía en la fabricación de carrocerías.
“Estamos encantados de presentar este extraordinario vehículo”, afirmó Sascha Leardi, Director General de Centro Porsche Zúrich. “El trabajo de Alfredo Häberli abre nuevas vías en materia de diseño, prestaciones, tradición y arte. Es un ejemplo de ligereza y perfección”.
Häberli pintó el 356 SC junto con su asistente Dominic Plüer. Se utilizó en el proceso aproximadamente un kilogramo de pintura en tres tonos claros, para cubrir el 80 % de la superficie de la carrocería.
“Seleccioné colores neutros para resaltar el lenguaje formal de este icónico Porsche”, explicó el artista. “El color y la estructura de las pinceladas resaltan las líneas del 356 de una manera clásica, atemporal y poética, como si de una escultura se tratase”.
EL PORSCHE 356 SC
Lanzado al mercado en 1964, el Porsche 356 SC con motor bóxer de 95 CV estaba destinado a cerrar el ciclo de vida de este modelo. Finalmente, la serie C del 356 tendría continuidad hasta 1966. Más adelante, su sucesor, el 911, presentaría igualmente una versión SC (Super Carrera) en el año 1977. Aunque se esperaba también que este fuera el último 911, la historia del mítico deportivo siguió con el Carrera 3.2 y ha llegado hasta nuestros días.
La obra de arte la ha titulado su creador Das Gewicht der Leichtigkeit (El peso de la ligereza). A Häberli, cuya filosofía de diseño se basa en la precisión y la poesía, siempre le ha fascinado el concepto de ligereza. “Obtener mucho con pocos medios, lograr una gran funcionalidad con poco material. En realidad, iba en busca de un sentido esquivo de perfección”.
Tras su presentación, el 356 de Centro Porsche Zúrich viajará a diferentes lugares de Suiza, donde se mostrará en varios eventos. A finales de año, el automóvil se venderá en colaboración con la casa de subastas Koller y las ganancias se donarán a Kinderkrebshilfe Schweiz, una asociación suiza que ayuda a niños con cáncer.