Tras dos años de ausencia, el español Albert Llovera volverá a competir en el rally Dakar, cuya versión 2020 se realizará en Arabia Saudita del 5 al 17 de enero. El retorno será a los mandos de uno de los cuatro camiones del potente Team Petronas De Rooy IVECO, candidato al triunfo en su categoría.
“Estoy muy ilusionado con mi regreso al Dakar y más aún por hacerlo dentro de una estructura tan competitiva. Es una oportunidad grandiosa. Me siento orgulloso de conducir un vehículo tan potente y eso, más que una presión añadida, representa una motivación extra”, aseguró Llovera, que se encuentra ante uno de los retos más ambiciosos de su carrera deportiva.
El Team Petronas De Rooy IVECO, liderado por los holandeses Janus van Kasteren y Vick Versteijnen, sentará a Llovera al volante de un Iveco Powerstar Evo3, del que alaba sus características: “El camión trabaja como uno de producción y cuenta con un chasis y una mecánica excepcionales. Se adapta perfectamente a mi estilo de pilotaje”.
Llovera y sus compañeros de cabina, el copiloto Ferran Marco y el mecánico Marc Torres, ejercerán la labor de asistencia rápida dentro de la formación: “Los tres formamos un pack potente, de tres personas muy luchadoras. Nuestra función dentro del equipo será guardar las espaldas de Kasteren y Versteijnen, porque si alguno de los dos se despista o tiene algún problema, ahí estaré yo”, explicó el andorrano.
En un principio, Llovera había llegado al equipo para cumplir la función de segundo mochilero, pero su gran desempeño en los entrenamientos realizados en Marruecos le permiten ocupar una posición superior. “De este modo, en lugar de cargar los 400 o 500 kilos de recambios que estaba previsto, sólo tendré que llevar unos 300 kilos. Estoy muy agradecido de que hayan apostado por mí, y quiero devolverles esa confianza. Mi objetivo será rodar lo más cerca posible de los dos camiones principales y contribuir a luchar por el triunfo”, añadió.
Llovera será uno de los pocos corredores en la línea de salida de Arabia Saudí que habrá competido antes en África y Sudamérica, aunque ese plus de experiencia no le resta cautela a la hora de afrontar el nuevo reto: “Nos esperan muchos kilómetros contra el cronómetro en un terreno desconocido, pero si soy sincero, no me obsesiono con ello. Es mi táctica habitual: asumir lo que tenga que venir sin agobiarme. Intentaré disfrutar del recorrido, aunque yendo lo más rápido posible”.
Afectado por una lesión medular como consecuencia de un accidente de esquí, el andorrano estrenará en este Dakar unos nuevos mandos en su Iveco Powerstar. Por primera vez, sustituirá el acelerador mecánico por uno de tipo electrónico, cuyo mando será de mayor tamaño para proporcionarle más puntos de apoyo con las dos manos, la única parte del cuerpo que utiliza para guiar el vehículo. “Ello me dará la oportunidad de seguir creciendo como piloto”, ha reconocido.
Durante la presentación, el andorrano ha explicado cómo será su día a día en el campamento del Dakar, donde contará con varios dispositivos para facilitarle la vida, como una cama especial con doble colchón (uno de carbono), una moto eléctrica que se acopla a su silla de ruedas para permitirle moverse con mayor autonomía y un sistema de poleas para subir y bajar del camión Iveco. “Cuando acaba la etapa, empieza otro Dakar para mí y que solo vivo yo”.
